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- -10- SÜS ovejas, tomándole por Coadjutor, habiéndolo hecho de · su alma; y creo, si dable fuera, lo hiciera de su Obispado.– Merced á su infatigable celo y caritativa intervención revo– cáronse órdenes de su Majestad, dictadas con motivo de los . informes que suele esparcir · }a emulación y· fraguar la malicia. 17. «Sin perder la paz de su espíritu vió venir hácia sí deshecha tempestad de que amenazaba su- reputación con notable menoscabo de sus tareas apostólicas, horrascas, tem– pestades y calumnias forjadas por aquellos á quienes con mano pródiga dispensó .beneficio~, ~abalmente cuando esta– ban reducidos á la más extremaffa. pobreza. Con valor y cons– tancia sufrió los baldones de la ingratitud y .más grande sin duda aparece el siervo· de Dios en la adversidad y tolerancia para con los ingratos. 18. «Cuando sus dolencias y achaques se recrudecían y sobre todo la gota le afligía con imponderables dolores, ocu– pábase además ~e lo dicho en otros ejercicios santos, imitan– do al Magno Gregorio que en los cinco años contínuos que estuvo en cama no cesó de escribir para el aprovechamiento de las almas y gobierno de la Iglesia. 19. «¡Con qué prodigios no aprobó Dios su doctrina! Hubo ocasión en que hizo parar el sol para · acabar un ser– món ó para que acabase una larga procesión de mucho con– curso de gente. Dos fuentes se han visto y se conservan · en este reino, sacadas como por otro Moisés, con sola la invo– cación del dulcísimo nombre de María Santísima: la una se conserva y dura con la devoción del Rosario¡ y cesando ésta, cesa su corriente, como se ha visto. 20. ·«Afligían á este reino de Galicia cierta clase de lo– bos bandoleros, cuya inclinación era matar la gente racional, de manera que acudían al pastor y dejaban la oveja.. Gran– d~s eran las tribulaciones y los mi.edos, en,especial en algu– nos lugares de la ~rovincia de'Orense, Grande la ,invasión de estos brutos y no 1 ~enor la desvergüenza, pues del día ha-