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cuenda calmantes para poder soportar el dolor. El mes de agosto de 1959 los ataques se reprodujeron tan intensamente que hubo de guardar cama largo período. Cinco me– ses duró el proceso de enfermedad, sin que los numerosos medicamentos adminis– trados lograran atenuarla. Unos amigos granadinos le entregaron una estampa de Fray Leopoldo de Alpandeire, a quien rogó su intercesión para que el mal desapare– ciera. Días más tarde estaba totalmente curado y lleva cuatro años sin que los ata– ques se reproduzcan. Es de señalar que desde 1947 a 1961, los ataques eran cada dos o tres meses, durante éstos, unos siete u ocho días.» LE SACA DE UN «ATOLLADERO» VALENCIA.-«Por fa– vorecer a un familiar, y aconsejado por su aboga– do, le firmé de buena fe, un documento de crédito para una suspensión de pagos, que para tranqui– lidad de mi conciencia consulté también con mi confesor. Pero las cosas no les salieron bien y nos vimos envueltos en un proceso y durante dos años sufrí miles de tor– mentos, pendiente siem– pre de las consecuencias por mi calidad de funcio– nario público, aunque gracias a Dios tengo un expediente y una carrera brillante y bien conside– rado de mis superiores. Por casualidad llegó a mí una estampa de Fray Leo– poldo. Me encomendé a él prometiéndole enviar 50 pesetas para su proceso si me sacaba bien de tal atolladero. Hoy, agrade– cido a la intercesión de Fray Leopoldo, mando 1.000 pesetas en acción de gracias y para una misa.» SOLUCIONA URGENTE PROBLEMA DE VIVIENDA CEUTA.-«Vivía en una casa casi en ruinas desde hacía mucho tiempo, con mis tres hijos, sin tener sitio para ello. Hice todas las gestiones posibles para encontrar una casa y todo fue en vano. Hasta que un día se lo encomendé a Fray Leopoldo, pi– diéndole se dignase interceder para que con la ayuda de Dios, me concedieran una vivienda. Al poco tiempo me dieron la gran noticia. Se presentó un señor en mi casa y me entregó una carta en la que me comu– nicaban que me había sido concedida una vivienda de ciertos Grupos que se estaban