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POR LOS CAMINOS DE ASIS (A la memoria de Fray Leopoldo, capuchino, muerto en Granada en olor de santidad). Por el traje del mundo : El tosco sayal. Por el titulo noble : El de «lego a pedin>. Para borrar el pasado : El divino ideal. Para encender el camino: Los luceros de Asís. Los labios callados : Para escuchar el alma. Los labios con voz : Para orar santamente. Los ojos hacia el Cielo: Para vivir la esperanza. Los ojos hacia el mundo: Para amar dulcemente. Las manos - alas puras- para hacer Caridad. Los pies -cimiento y senda- para forjar la Cruz. El corazón henchido de Amor y Verdad. Yel ser, lodo, en entrega por las almas sin luz. Así fue Fray Leopoldo. Así es todavía... 1Y será, lo dice un halo de celeste claridad! El humano corderillo más dulce de aquel día ... Que amando sus dolores por sendas de humildad : Con su tosco sayal que su paz delataba y rehusando del mundo toda gloria yhonor: por seguir al Pastor al queamante buscaba... ¡Se encontró con la gloria sempiterna de Oiosl JOSE VALDIVIA LOPEZ A FRAY LEOPOLDO OUE ME ENSEÑO ASONREIR EN EL DOLOR ¿Te acuerdas, frailecico hermano, cuántas veces yo toqué tu herida? ¡Cuántas veces la llaga dolorida temblorosa te curó mi mano! ¿No recuerdas, que al dolor incontenible, en silencio, tus lágrimas me hablaron? Si aTomás, la fe en Cristo fue el costado ami dedo tu sufrir fue tan tangible, quemi duda y el alma se llenaron de ese aroma que estabas impregnado, ya mis labios de barro indefinible·. FRAY ALEJANDRO DE MALAGA O. F. M. cap. n fRHY HOPOlOO m HlPHNDfIR( en el tercer año de su tránsito Esa inefable paz sobre tu cara, -estallido de luz, alba florida– era, Hermano Leopoldo, la medida del incendio de amor que te abrasara... Tu risa franciscana es agua clara, que bebiste de Cristo en la ancha herida, y fontana de paz tu santa vida. caminillo de sol, lección preclara... Tus ojos manan luz, son ojos llenos. ungidos de perdón y de cariño, que ríen al mirar, puros, serenos... Es tu vida violeta de pradera. ¡Y con nieve de luz tu alma de niño como Sierra Nevada reverbera! P. ESTEBAN DE PUENTE GENIL, O. F. M. Cap. ¡TU DULCE SENCILLEZI Al Venerable Hermano Fray Leopoldo de Alpandeire. Candor de niño en tu sayal austero. Voz de cielo en tu boca sonriente. Sobre el hombro la alforjapenitente calda, en humildad de limosnero. Pleno de gloria tu vivir señero, con el sellodeDios sobre tu frente. ¡Toda Granada apasionadamente suyo te 9uiso con amor sincero! Tu espíritu, hecho sol de claridades, miniaba tu misión de franciscano enoro y luz de Amor... Sobre tu mano prodigaban su don tus caridades. ¡Qué bien supiste ungir en santidades esa tu dulce sencillez deHermano! FRAY EUGENIO DE SEVILLA O. F. M. cap. 13