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-4- pcndencia en que constantemente_ ly1 vivido, ·en l? limpio é in– contaminado de su sangre transm1t1da de geuerac1ón en gene– ración, sin jamás mezclarse con sangro de ~tras razas.-. D~ su vul0.t· tenen10s huellas indelebles en las págmas de la lustona Y en los ecos de la tradición. E l pueblo vasco no dobló nunc'a su cerviz ante ningún tirano, ni se dejó dominar por ? ación algu- na de la tierra; venció á las legiones romanas, venc~ó á las hues- tes moriscas, venció á lo& ejércitos franceses; y s1 al ?abo.nos sometimos á los reyes de Castilla y Aragón, nos sometimos, no porque eran reyes de Castilla y Aragón, sino porque eran nues– tros reyes, y como tales firmaban sus decretos y juraban nues– tros fueros. - P ues de la religión, de la cristiandad del pueblo vasco, ¿quó podré deciros yo, que vosotros.no sepáis? Si Espa- fia es la nacion más católica del mundo, Vasconia es la región más católica de Españ.a. En las demás regiones do España, des– pués que ésta abrazó la fe de Cristo, dominaron el arrianismo, el mahometismo y otras sectas; en Vasconia, no; al convertirse á Cristo juró guardarle eterna fidelidad, y esta es la hora en que no ha violado su palabra. Aquí, en Vasconia, tiene Jesús un templo en cada casa y un altar en cada pecho vasco. Aqui es donde más viva se mantiene la fe, y mejor se guardan los días ♦ f est.ivos, y mayot· frecuencia de sacramentos se observa. Aquí, donde más abundan las vocaciones religiosas, y más rico y res– petado vive el clero, y más limosnas se hacen á la Iglesia, y más fácil y holgadamente f undan y sostienen sus casas los frai– les y las monjas. Bien puedo decido yo, miembro de una Or– den que sólo en la provincia de Navarra cuenta cinco conven– tos, sin más renta, claro es, que lns limosnas de los navarros. ¿A quién se debe que al cabo de tantos siglos y en 1nedio de tantas revoluciones y trastornos, todavía no haya perdido el pue– blo vasco su religión, su nohloia, su honradez, su valor y todas las otras prendas que le adornan y hermosean? Después de Dios y ele la Vi rgen, digámoslo muy alto, se debe á San Miguel. Si; desde la cumbre de Aralar, donde tiene su templo predilecto nl_iguel vela incosante!trnnte por SL~ amado pueblo vasco, y ]¿ alienta en las des~rae1as, y le defiende en los peligros, y le al– cania favor de Drns en cnantos malos Je sobrevienen. Así lo re– co110cc ... avarra entera , y por º?º q_uiere qne la gloriosa imagen de su Patrono sea llevada en triunfo por pueblos, villas y ciu– dades. Así lo reconoce, en particular, la ciudad de Pamploua que todos los ª"0-ºs manda traer á ~u seno aquella imagen vene– r~nda, y le dedica cultos solemnís1mos en la mayor de sus igle– sias. ¡Bien por el pueblo vasco! Pueblo que así agrndece á Dios