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Resumen biografico. EI P. José de Paris, de la ilustre familia de los Tremblay, llamado en el sigio barén de Mafflier, estaba emparentado con la primera nobleza de Francia. Sus estudios fueron sélidos y macizos, cual convenia a su linaje; Ilegé a dominar el italiano, espafiol, inglés y aleman; y su educacién clasica nada deja- ba que desear: conocia de memoria todo Virgilio y escribia en latin con soltura y elegancia envidiables. Al salir de la Academia tenia 18 afios, y para perfeccionar su educacién, no le faltaba sino el viajar, que es, como dice Montaigne: «La mejor escuela para perfeccionar la vida. Asi pues, marché a Italia, escuela entonces de vida social, «para hacerse verdaderamente hombre», como él mismo confiesa. Luego estuvo mas de un afio en Inglaterra con la misién diplomatica que preparé la Paz de Vervins y peleé también con bizarria bajo los muros de Amiens. (Afio 1597) Pero su vida debia orientarse por otros derroteros. Decidido a hacerse cartujo, partid de Paris a Grenoble. De pronto el caba- lilo de la posta se nego a dar un paso, y el joven barén oy6é una voz, que le de- cia: «Vuelve a Paris por tu bien y por el de tu madre; la cartuja no es la Orden, que debes abrazar». Llam6 entonces a las puertas del noviciado de los Capuchinos de Orleans, y pronto se distinguié entre los demas religiosos por sus dones de espiritu y su piedad acendrada. Nobles corazonadas y heroicas decisiones eran su conducta ordinaria. Por su ciencia eminente fué nombrado profesor de Filosofia, y por su pie- dad francistana, maestro de novicios; fué guardian repetidas veces, y, desde 1613 a 1616, tuvo el cargo de Provincial de Turena. Entonces es cuando se puso en contacto con los principales cabecillas de la faccién rebelde, que amenazaba sumir a Francia en una nueva guerra politico- religiosa; su extraordinaria facultad de persuasién y la gran fascinacién que ejercia en todos, le convirtieron en el principal agente de la paz de Loudtin (1614) Ni la reina madre ni el rey pudieron en adelante prescindir de sus servicios. Al mismo tiempo acometi6 la realizacién de la grande aspiracién de toda su vida: la lucha contra el turco, Era preciso para ello unir a las naciones Cristianas, destruir la inercia, la desuni6én, el odio mutuo que las separaba y, a fin de conseguirlo, fué a Roma, donde los Papas, completamente identificados con él, aplaudieron la empresa. Recorrié las principales Cortes de Europa, persiguiendo por todas partes ese ensuefio de unidad, que Europa habia abandonado desde la Edad Media. Frustradas por el momento sus aspiraciones guerreras, trat6 de organizar una verdadera cruzada misional, destinada a la conversién de Levante: inter- vino eficazmente con el capuchino, P. Jerénimo de Narni, en la constitucién de la Propaganda Fide, que es el Estado mayor de la expansién misional de la Igle- sia, y fué nombrado por ésta primer comisario apostdélico de las misiones ex- tranjeras, con mandato especial para los paises de Oriente, Constantinopla, Grecia y Persia. El fué quien organiz6 las misiones capuchinas de Inglaterra, en tiempo de Enriqueta de Francia, esposa de Carlos I, lo que hizo posible que aquella nacién apéstata fuera gobernada sucesivamente por tres nuncios apos- télicos. En Francia organiz6 las misiones de Poitou, foco principal del Protestan- tismo, y logr6é la pacificacién del Bearne, feudo de los hugonetes.

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