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ris, y de mas de 160 Religiosos, Ilevando cirios blancos en la mano, acompaifiaron procesionalmente sus restos mortales hasta la iglesia. Le extrajeron el coraz6n, para que lo conservaran las religiosas del Calvario que él habia fundado. El 22 de Diciembre, los Eminentisimos cardenales Richelieu y de Bichi, va- rios otros prelados, como el arzobispo de Burdeos y los obispos de Chartres, Séez, Lavaur, Auxerre y Sarlat, y la primera nobleza de Francia asistieron a la misa de funeral, que celebré el Reverendisimo P. General. El cardenal Richelieu lloré sobre la tumba del P. Trembaly exclamandc: —«Pierdo con él mi consuelo, mi tinico apoyo, mi confidente, mi amigo.» El 24 tuvo lugar otra magna reunién en la iglesia de los capuchinos de la calle de San Honorato, a la que acudié lo mds granado de la corte, contandose mas de 500 carrozas. En presencia de tan numerosa y selecta multitud, un reli- gioso carmelita pronuncié el panegirico del P. Tremblay. Existen algunos grabados en los que se representa a Richelieu a la ca- becera dellecho de su amigo moribundo, diciéndole al oido para reanimarle: «Padre José, es necesario vivir; Brisac es nuestro.» Pero estas palabras no pu- dieron ser pronunciadas por Richelieu, pues es inverosimil que la nueva dela capitulacién de Brisac hubiera podido llegar a Rueil en menos de 24 horas. (1) El P. Tremblay, tan santo como humilde, trabajé siempr2 en la oscuridad y repetidas veces rechaz6 varios obispados que le ofrecieron, pues preferia su tos- co sayal de capuchino a todos los honores del mundo, En los tiltimos afios de su vida todos le sefialaban, como sucesor de Riche- lieu, y hasta se llegaron a entablar negociaciones con el fin de concederle el ca- - pelo cardenalicio, pero hubieron de interrumpirse a causa de los graves que- - brantos de su salud, siendo Mazarino quien le sustituyd. Las audacias de la calumnia Pocas figuras de la historia han sido tan despiadadamente maltratadas por la bilis y la desaprensién de sus enemigos. Lo han hecho el prototipo de todas las abominaciones; malvado, doble, astuto, ambicioso, en fin, un discipulo apro- vechado de Maquiavelo. Voy a reunir en un cuadro todas las sombras, con el objeto de demostrar después, hasta la evidencia, que todas estas calumnias son una verdadera abominacion. Hélas aqui: —«Richeleu y el P. Tremblay abatian en Francia el poderio politico de los hugonotes, mientras en el exterior se aliaban con los protestantes.» —«Richelieu y el P. Tremblay fomentaban en el seno de la familia real la discordia, para conseguir el logro de sus ambiciones personales.» —«Richelieu y el P. Tremblay imponian a Francia sin necesidad guerras sangrientas y ruinosas.» —«Richelieu y el P. Tremblay seguian una politica francesa mas bien que catdélica.» No seré yo quien me detenga en justificar a Richelieu de estas acusaciones; me concretaré tinicamente a hacerlo con el P. Tremblay, que fué, sin duda algu- na, el mas herido de los dos por los dardos de la calumnia, quizés por el miste- (1) La villa de Brisac, sitiada desde el mes de Agosto dc 16°8, capitulé el dia 7 de Diciembre, abriendo a Francia las puertas de Alsacia.

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