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mas es la vestidura invariable con que siem- pre se presenta, por manera que se puede asegurar que la virtud que no ostente esa divisa, es una virtud fingida; porque es regla fija que la virtud verdadera se deja ver siem- pre cubierta con el manto de la modestia. Por mucho que tengas, lo perderás todo y te quedarás sin nada si te dejas llevar de la di- sipación de los sentidos. Y por poco bueno que poseas, lo irás aumentando y llegarás á poseer cuantiosas riquezas de obras buenas, de, virtudes sólidas y de copiosos méritos para el cielo, si cuidas de tener á raya tus sen- tidos y de no darles pábulo con las distrac- ciones del mundo. Meditese un breve rato sobre lo leido, y pidanse las gracias que se desean consegutr. EJEMPLO El venerable Fr. Felipe de Santiago, de la Religión de los Capuchinos, estando en el convento de El Pardo estudiando Sagrada Teología, bajó con otros condiscípulos, de orden del Prelado, á ayudar á unos hombres que estaban esterando la capilla del Santísi- mo Cristo. Al reparar dejaban de poner un remiendo, cuya falta afeaba mucho, dijo á : 4