BCCPAM000522-4-05000000000000

DE TBRCIARIOS PRANCISCANOS 5 Fin de este Congresd y el _-i- tema del discurso -:- Hemos venido a este Congreso Terciario con mofivo del centenario siete veces secular de su institucién o de su aprobacién oficial, a establecer, con Dios, la gran fraternidad de todos los elementos sociales, a confesar nuestra fe en el Evangelio, a ostentar nuestro uniforme de humildad, de pobreza, de pe- nitencia y oraci6n, a venerar y honrar al insigne héroe del Santo Evangelio, San Francisco de Asis, imagen del Salvador, a/fer Christus, otro Crista, sin divini- dad y segundo Redentor de la sociedad, de la familia y del individuo. No debe- mos, pues, salir de este Congreso Terciario sin jurar una, dos y tres veces la adhesion mas cordial ala observancia del Evangelio por medio de la Orden Tercera, y sin formar la gran fraternidad seraéfica con todos los navarros y cris- tianos del mundo, para que se cumpla el lema que hemos puesto a este discur- so: Frafernitatem diligite; Deum timete. Si; en éste Congreso, aqui debemos formar la gran cruzada franciscana contra todos los vicios y errores, y jurar con denuedo, o vencer o morir en las batallas del Sefior como nuevos Maca-~ beos y valientes soldados de Cristo. Nuestro santo y sefia debe ser, 0 Cristo o Ja muerte. Nuestro ejército serafico no debe admitir pactos y conciliaciones con las corrientes sin Dios. Y a fin de que estos miles y millones de soldados estén siempre bien organizados y dispuestos para las mas encarnizadas luchas con- tra el mundo, el demonio y las pasiones de la carne, os hab/aré de Ja gran fra- ternidad gue establecié6 San Francisco de Asis con fodos los elementos de /a creacion para amar y servir a Dios. Proposicién. En Ia intima fraternidad, en la unién esta la fuerza; y en la unién, en la va- riedad la belleza que la definen: W/nitas in multitudine et varietate. San Francis- co de Asis era amante apasionado de todas las bellezas dela naturaleza; y de las criaturas se remontaba a} Criador, al orden sobrenatural, para de este mo do unir en Dios la admirable hermosura y variedad de todos los seres. Por es- to se dice, que San Francisco fué el Santo que mds am6 la creacién, el Santo que mas amé la naturaleza y las criaturas; asi como también se dice, que fué el Santo que mas am6 a Dios, el Santo que més imift6é a Jess. Mas, sea de esto lo que se quiera, lo que intentamos demostrar es, que San Francisco establecié la gran union, la gran fraternidad entre Dios y el hombre, entre la naturaleza y Dios, entre los individuos de todas las clases sociales y entre la autoridad y los subditos en la mas admirable armonfa y libertad. San Francisco establece iintima fraternidad i= ‘-: entre Dios y el hombre ae ses La verdadera caternided, la perteccion; la santidad consiste en la union con Dios en hacer su santisima voluntad por motivo sobrenaturat. Cuanto mas. se haga la voluntad de Dios, tanto mas se acerca la criatura al Criador; y cuanto mas se aproxima a Dios, es tanto mds grande y perfecta. De modo que la me- dida de la fraternidad, de la santidad y de la grandeza dei hombre es el mismo Dios, causa ejemplar, eficiente y final de todo lo existente. Antes de la Encarnacion del Verbo Divino podia el hombre alegar la excu- sa de que no podfa imitarle, no podia tener verdadera fraternidad con El, que

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz