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12 CONGRESO REGIONAL humilde, se arrodillen el rico y el pobre, y se abracen fraternalmente, y besen juntos las llagas del divino Redentor, la sociedad est4é salvada. Ya no habraé comuniones generales, peregrinaciones, circulos etc. de obreros, de sirvientas, etc. sino que los amos y los dependientes, los patronos y los obreros, con to- das las clases sociales, formardn un solo cuerpo moral, una fraternidad en Cris- to Jestis, y se acercaraén juntos a ta mesa de los Angeles, tomaran juntos parte en todas las manifestaciones religiosas y sociales, y se cumplira en ellos una vez mas el lema, frafernitatem diligite: Deum timefe, porque el temor de Dios es el principio de todo orden y de Ja verdadera sabiduria, y la fraternidad cristiana el vinculo de la mas estrecha union y de la paz sempiterna de todos los morta- les, que aspiramos a las riquezas y a la felicidad eterna. Y todo esto y mas in- tentamos los franciscanos, por medio de las Instituciones seraficas y de la imi- taci6n de San Francisco, pues el dia que consigamos ver con el mismo escapu- lario, con el mismo cord6n. con la misma humildad, con la misma _ penitencia, con el mismo amor a la pobreza, con la misma Regla, al rico y al pobre, al pa- trono y al obrero, al capitalista, y al indigente, al sabio y al ignorante, tiene que desaparecer la lucha de clases, porque todos seremos hermanos en N. S. P. S. Francisco, quien nos Ilevaré a la fraternidad de Jesis, per Franciscum ad Je- sum, y sera grande la gloria y la satisfaccién del mas miserable hijo de Adan llamar, con todos los derechos divinos y humanos, hermano al Sumo Pontifice, hermanos a los Cardenales, Arzobispos y Obispos, hermanos a los emperado- res, reyes, principes y gobernantes, hermanos a los canénigos, sacerdotes y re- ligiosos, hermanos a los capitalistas y banqueros, hermanos a los catedraticos y sabios mas distinguidos, y hermanos a todos los que cifien el cordén serafico, llegando de este modo la pobreza franciscana a sostener y ennoblecer las rique- zas y los tftulos de los poderosos, y a realizar y engrandecer la miseria y la in- digencia de los pobres, enfermos y manesterosos. Fraternidad entre los superio- —1i—: resysubditos :—: :—: San Francisco de Asis, después de armonizar las divergencias que surgen entre los individuos, las familias y las clases sociales, después de hacer herma- nos queridisimos los ricos y los pobres, pasa a suavizar los estridentes cho- ques que con frecuencia se notan entre los superiores y los sibditos. Para po- ner en su debido lugar esta dificilisima cuestién se vale del ejemplo del mismo Dios. Después de establecer el principio de autoridad con el texto, omnis. pote- stas a Deo, afirma con su ejemplo, que esta autoridad no consiste en el despo- tismo, en oprimir al débil,en hacer ostentaci6n y alarde del imperio, porque tal proceder hace repugnanie el mando. El modelo de la autoridad es Dios, quien gobierna todo con fortaleza, pero al mismo tiempo con suavidad, esto es, con el femor y con el amor. Pero aparece mds suave y visible este gobierno en Je- sucristo, quien se hizo humano y servidor de todos, porque la autoridad recibe su fortaleza de la humildad y del amor, y ninguno se humill6 més que Jesus, ninguno am6 mds alos hombres, a los stbditos, que el divino Salvador de ellos. Después de Jesucristo, los padres carnales son los que mas autoridad tie- nen sobre sus hijos, porque los aman més. Después de los padres, los herma- nos los que mds se aman, ylos que més imperio ejercen el uno sobre e] otro.De modo que la gracia y la naturaleza nos ensefian con toda evidencia, que en la autoridad debe prevalecer el amor, sin excluir el respeto y el temor.

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