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CONGRESO REGIONAL Fraternidad entre las clases :-: sociales y religiosas. :-: Pero este dualismo pas6 del orden de la naturaleza al orden social y reli- gioso, por medio del feudalismo y de otras aberraciones juridicas y sociales. El feudal tenfa a sus vasallos como seres propios y disponfa con frecuencia de su vida, de su mujer, de sus hijos y de sus bienes con el mas horroroso des- potismo. Con estas reminiscencias paganas y antievangélicas no habfa paz en los individuos, en las familias, en los pueblos y en las naciones. Las discordias, la lucha de clases era espantosa en la jerarquia social. Parecfa que en la prac- tica, se admitfan, como en nuestros aciagos dfas, dos dioses, el uno para los ricos, y el otro para los pobres; dos Cristos, el uno para los cristianos c6mo- dos y viciosos, y el otro para los cristianos penitentes y verdaderos; dos reli- giones, la una para los patronos o feudales, y la ofra para los obreros o vasa- llos; dos iglesias, la una para los arist6cratas, y !a ofra para la plebe. Y de es- te modo se iba extendiendo este dualismo a todas las manifestaciones religio- sas y civiles, pues se querfan dos clases de leyes, dos clases de convenios, dos clases de devociones, de cofradias. de apostolados, de rezos, etc., como si ante Dios hubiese dos Evangelios, dos Cristos, dos Iglesias, dos cewtons dos Decdélogos, dos Bautismos y dos Cielos. De estas teorfas y practicas resurgfa de nuevo el paganismo mas subversi- vo, deletéreo y repugnante, dando lugar a encarnizadas luchas sociales y de clases, haciendo odiosos, no solo el trabajo, sino también la obediencia, la po- breza, la humildad y el ejemplo de Jesucristo, Sefior absoluto de todo lo criado. Urgfa, pues, poner remedio a este dualismo antievangélico y antihumanitario; y ante aquellos odios, rencores, luchas y charcos de sangre, aparece, vestido de saco, cefiido con nudo-« cuerda y con los pies descalzos,*San Francisco de Asis, en forma de Jestis » »bre y humilde, e increpa con energia a los ricos y a los pobres, a los letrad»> y a los ignorantes, a los capitalistas y a los obreros, a los feudales y a los vasallos, diciéndoles: Divisus est Christus? gpor ventu- ra se ha dividido y hay dos Cristos? gpor ventura hay dos religiones, dos igle- sias y dos dioses? gno es uno solo el Credo, el Decdlogo, el Bautismo y el Cielo de todos los cristianos y de todos los hombres? Ya no hay ante Jesucris- to esclavo ni libre, juafo ni gentil, barbaro ni escita, sino que todos somos her- manos e iguales ante la Cruz, porque se acabaronen el Calvario lasclases y las castas, las luchas de los ricos y de los pobres, de patronos y obreros, de grandes y pequefios, y formamos todos los hijos de Adan la gran. fraternidad en Cristo Jestis, uniéndonos todos {ntimamente con lazos de caridad en una mis- ma familia, simu/ in unum dives et pauper. Y a fin de que entreis, dice el Serafin de Asis, mas facilmente en las verda- des del Evangelio, con Ja misma oraci6n, con la misma misa y comunién, con la misma absolucién y con todos los medios, los ricos y los pobres y todas las razas y castas, yo confirmaré las ensefianzas de la Iglesia con la instituci6én de la Orden Tercera, y asi aprenderéis y practicaréis las saludables doctrinas del Salvador de la sociedad y del mundo, formando la gran fraternidad serafica y cristiana bajo el santo temor de Dios, a fin de que se cumpla una vez mas al pie de la letra el lema, frafernitatem diligite; Deum timefe. Fraternidad ante las luchas actuales Este dualismo social resucita atin en nuestros aciagos dias. Estamos con-

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