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53 ciada de que han de ser victima las tales almas que vuelven al po- der del demonio después de haber servido a Jesucristo. Factum est autem dum haec diceret: extollens vocem quae- dam mulier de turba, dixit illi: Beatus venter qui te portavit et ubera quae suxisti... Exclamacién espontanea de una alma sen- cilla y buena que reson6é en medio de un profundo silencio, causado por la contundente réplica del Salvador alos que no querian reco- nocer el valor de sus milagros y las severas amenazas lanzadas por Jesucristo contra los oyentes trénsfugos o neutrales en el com- bate que él sostiene contra el poder del demonio. Exclamacién que sirve a Jestis para volver a la carga e insistir en la gravedad e im- portancia delo que llevaba dicho. At ille dixit: Quinimo beati gui audiunt verbum Dei et custodiunt illud. *"s Homil.—Amados hermanos: Todo es sagrado y no hay desper- dicio alguno en el S. Evangelio; los hechos, las palabras y las insi- nuaciones de N. S. Jesucristo son focos luminosos que revelan los diffciles y complicados problemas de la vida espiritual; y en efecto, el Evangelio que acabais de oir, contiene tales y tantas ensefianzas que serfan necesarias semanas enteras para explicarlas y bastaria pa- ra salvaros la practica fiel y costante de una de ellas. En este evangelio se proclama el poder extraordinario de Jesu- cristo para lanzar al demonio de los cuerpos y de las almas, los ma- les y desgracias sin cuento que las discordias y discusiones a los pueblos acarrean, la necesidad imprescindible de tomar parie por Je- sucristo ea la terrible y desesperada lucha que esté empefiada entre Jesucristo y nuestro cruel enemigo, la rabia y enconado furor con que ese enemigo vueive al combate después de haber sido derrotado una y mil veces, la triste suerte y estado desventurado de los que han vuelto a caer en poder del demonio y la dicha, la felicidad de los que escuchan con afan y sencillez la palabra divina y afemperan a ella sus costumbres; pero sobre todo proclama muy alto y revela minucio- samenie los ardides del demonio los planes infernales que fragua pa- ra la perdicién y desventura eterna de nuestras almas. lin demonio ciego combate a las almas inocentes, candidas y pu- ras: un demonio mudo combate a las almas vencidas y un demo- nio tenaz, inguieto, ayudado por todo el infierno combate a las al- mas arrepentidas y penitentes. Me explicaré: E/ demonio ciego. El demonio no es ciego ni mudo, es al contrario listo, astuto, in- teligente y gran hablador; cuando el santo Evangelio nos habla de demonio ciego y mudo, no indica su naturaleza, sino su oficio, sus Multiples ense- fanzas del Evangelio. Poder de Jesu- cristo sobre el demonio, Desgracias que acarrea la dis- cordia. El hombre no puede ser neu- tral en la lucha empefiada en- ed esucristo y infierno, Tenacidad encono del de- monio. Desgracia de la wecaida. Felicidad de los que oyen y cumplen la pa- labra divina. El demonio ciego.
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