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Seemann 52 in vos regnum Dei. Conclusién legitima del prodigio que las tur- bas habian sacado, pero que algunos se obstinaban en no querer ver. Cum fortis armatus custudit atrium suum, in pace sunt ea quae possidet, Si autem fortior eo superveniens ovicerit eum, universa arma ejus auferet, in quibus confidebat et spo- lia ejus distribuet... Para penetrar el sentido de estas palabras, conviene tener pre- sente las circunstancias en que fueron pronunciadas. Habia el Sal- vador demostrado palmariamente su misién divina de establecer el reino de Dios en este mundo, tenia presente al poseso libertado, recordaba entonces que habia otros muchos cuerpos sin libertar del poder del demonio y sobre todo muchas almas, entre las cua- les se contaban bastantes de las que tenia presentes, sobre las cua- les ejercia el demonio omnimodo imperio; y es él, mas fuerte que el demonio, como lo acababan de ver en la liberacién del poseso, el que ha venido a arrojar del mundo y establecer el reino de Dios. Por eso y viendo que en esta lucha que él sostiene contra el de- monio, de los alli presentes hay quienes hacian causa con el de- monio y quienes se hacian la ilusién de permanecer neutrales, les dice a los indecisos sobre todo con energia grande: Qui non est mecum, contra me est: et qui non colligit mecum, dispergit Cum immundus spiritus exierit de homine, ambulat per lo- ca inaquosa, quaerens requiem: et non inveniens dicit: Rever- tar in domum meam unde exivi. Et cum venerit, invenit eam scopis mundatam et ornatam. Tunc vadit et assumit septem alios spiritus secum nequtores se et ingressi habitant ibi, Et fiunt novissima hominis illius pejura prioribus. Para poner digno remate a la leccién, quiere hacer una advertencia y avisar de un peligro a todos los que le escuchaban sobre todo a aquellos que, sin duda no faltarian, un dia secuaces fervorosos de Jesucristo y enemigos o por lo menos alejados de él al dia siguiente; y para hacer la advertencia, se sirve de la imagen de que antes se ha ser- vido, del guerrero arrojado de su casa por otro mas fuerte, gue- rrero que recorre los desiertos inacuosos para encontrar y levan- tar una nueva morada y no hallando lugar a propdsito se alia con otros guerreros y vuelve a apoderarse de su antigua morada. Es tan manifiesto que. con el simbolo de un guerrero, habla del demo- nio que el Evangelista le designa con su propio nombre, atribu- yendo a este actos que lilteralmente solo se pueden entender de un hombre. Las advertencias, el dafio grande y la suerte desgra-