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Ss oe SESICERanni = aeccacaenei coeicameetaas en fie Seta ee ee Aplicacién Conclusién dl- ima. 50 hombre con potente foco de juz en las manos, lo que maravillé y sor- prendio de tal suerte al nifio de la caverna que enajenado de alegria al ver la hermosura de la luz, la tosquedad de las paredes, los senos de la caverna, la altura del techo, no queria salir de alli, juzgando aquello felicidad suficiente. Fué preciso que a4 viva fuerza le sacaran, para que contemplara la hermosura de Ja tierra, bafada con torren- tes de Juz, con sus valles y montafias. con sus plantas y sus flores, con sus rfos y sus fuentes, con los animales y los hombres que en ella moran. Ya comprendeis que este nifio no es mds que un simbolo, una imagen de lo que sucedié a S. Pedro, de lo que nos sucede a noso- tros, fascinados por un rayo de felicidad que a veces se deja entrever en la l6brega caverna de este mundo, quedamos enajenados, excla- mando: bonum est nos hic esse, en\lo que somos tan insensatos como el nifio de la caverna. No; ese rayo de luz celestial y divina que S. Pedro entrevié sobre el monte Tabor, esa gotita de miel, esa de- dada de felicidad que Dios pone a veces en nuestros labios, no es para que exclamemos: bonum est nos hic esse, sino primero, para que por ella barruntemos algo de la felicidad que nos espera en el cielo y diriiamos a ella todas nuestras ansias y todos nuestros anhe- los; y segundo, para que no nos arredre la cruz ni perdamos la fe en Dios que es nuestro Padre, aunque nos veamos agobiados en es- te mundo por la tristeza, el dolor, la persecucién,.la calumnia; que ese es el camino real que conduce a la dicha. Dos verdades que qui- so ensefiar a los tres apéstoles nuestro divino Maestro al conducir- los al monte Tabor. Ya nos dice el mismo Dios: ipsum audife, \os que ambicionais la felicidad y la felicidad verdadera, escuchad, seguid a Jesucristo po- bre, humilde, despreciado, calumniado, pisoteado, hecho la befa del populacho, colgado de una cruz, seguidile que detras de la cruz y jun- to a la cruz se encuentra la felicidad eterna.

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