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SMa ite = 207 Deus aperuit mihi aurem: e\ Sefior Dios sin merecerlo yo, me abrié el ofdo: verdad es, que despues de abierto, no rehusé ni contradije su mandamiento; ni volvi atraés en la ejecucién, de lo que me mandaba; porque bastaba mandarlo El, para que yo no contradijese. Antes di- go, que por no faltar a la obediencia de su precepto, eunque parecfa dificultoso: Corpus meum dedi percutientibus, et gennas meas ve- Ilentibus; faciem meam non averti ab increpantibus, et conspuenti- bus in me: Mi cuerpo entregué a los que le querian herir, y mis me- jillas a los que me querian arrancer las barbas; y no huf el rostro a los que me reprendian y escupian en él; que todo esto hace por obe- decer aquel a quien abre Dios los ofdos. Oh maraviliosa obediencia, ora sea del profeta Isafas; ora de Cristo representadoen él. 4Mas qué mucho que el profeta quisiese ser don de Dios, el abrirle el oido si el mismo Cristo lo confiesa en un salmo, hablando con su eterno Padre? Sacrificium ef oblationem noluisti, aures autem perfecisti mihi. (1) No quisiste, Oh Padre mio, las ofrendas y sacrificios dela vieja ley: mas para que os ofreciese otra cosa mds acepta que todos los sacrificios y oblaciones vos mismo me perfeccionasteis las ore- jas. Don fué de vuestra mano, tener yo unas orejas tan prontas pa- ra oir vuestras palabras, y obedecer al punto a vuestros mandamien- tos; y asi es justo que mi obediencia se escriba en el volumen de vuestro libro, y que me pongan a mi enel primerlugar de los obe- dientes. /n capite libri scriptum est de me, ut facerem voluntatem tuam: Deus meus volui. Lo que de aquf hemos de sacar (Cristianos mfos) es, que pues el hablarnos Dios, y enviarnos predicadores, es merced tan digna de ser estimada, y que con tanta majestad y adorno de palabras la es- cribe el sagrado Evangelista, sepamos estimar muchvu el hablarnos Dios, ora por sf mismo, ora por medio de sus ministros. Y pues el tener ofdo pararecibir su doctrina y abrigaria en el coraz6n, para ponerla en efecto, es don de su majestad, supliquémosle que nos a- bra los ofdos. Y recordemos que en el propiciatorio habia dos Que- rubines con las alas levantadas, como quien atendfa a lo que Dios hablaba, y estaba pronto a volar. Sabeis, que Querubin significa ple- nitud de Sabidurfa que consiste en dos cosas: la primera en atender a lo que Dios nos dice, como lo hacfan los Querubines, préximos al propiciatorio; y como lo hacfa el Profeta David: Audiam quid Joqua- tur in me Dominus Deus (2), \a segunda en estar prontos para obe- Serie sl te skit 4 Sa Se eae romae Hin scam = Et oir la_pala- bra de Dios esta sobre to- do sacrificio y oblacién, Conclusién: Debemos oir la palabra de Dios estiman- dola cual debe ser estimada; oirla con bue- nas y santas disposiciones; en particular pronto y dis- puestos para obedecer y po- ner en practi- ca cuanto se nos ensefia. Esto nos en- sefian los que- decer como los Querubines, que tenfan las alas levantadas. Habreis fubines del notado cémo los fieles durante el Evangelio permanecen de pie; pues vr emaen bien la Iglesia dice que nuestro propiciatorio es el Evangelio, porque mos decir al (1) XXXIX, 7 (2) Ps. LXXXIV, 9 y ca DO OO
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