BCCPAM000522-3-21000000000000

Domingo velntiinés: de Pentecostés Exégesis, S. Mateo, 1X, 18 - 26. Hallabase Jestis en la ribera occidental del lago de Nazaret, en la que habia desembarcado procedente del lado opuesto del la- go y donde habia librado del demonio a dos pobres posesos, trave- sia que fué testigo del dominio soberano que el humilde Jestis ejercia sobre los elementos. Una muchedumbre ansiosa le espera- ba y cuando les hablaba con su maestria y dulzura acostumbrada, se arrojé a sus pies un hombre distinguido, sino el jefe de la Sina- goga, uno de sus principales miembros: Haec illo loquente ad eos, ecce princeps unus accessit, et adorabat eum, dicens: Domine, filia mea modo defuncta est, sed veni impone ma- num tuam super eam et vivet. La imposicién de las manos juntas sobre la cabeza de uno era una ceremonia muy usada. Por ella se conferian los titulos, los ministerios y cargos, los favores y bendi- ciones en la antigua ley, era el modo ordinario como Jestis curaba los enfermos y fué adoptada en la Iglesia para la ordenacién de ministros y sacerdotes, consagracién de Obispos, etc. etc. San Mateo. nos dice que la hija de Jairo modo defuncta est; San Mar- cos que se hallaba in extremis; y que estaba muriendo, nos dice San Lucas; palabras que no encierran ninguna contradiccién sino que nos revelan la premura, el dolor del padre que corre en busca del Salvador de su hija, cuando ve a esta luchar con las ansias de la agonia. Et surgens Jesus, sequebatur eum et discipuli ejus. Et ecce mulier quae sanguinis fluxum patiebatur duodecim annis accessit retro et tetigit fimbriam vestimenti ejus. Dice- bat enim intra se: si tetigero tantum vestimentum ejus, salva ero. Palabras que revelan claramente una fe, una humildad, una confianza grande: fe, humildad, confianza que Jestis no podia me- nos de recompensar: Confide, filia, fides tua te salvam fecit. Et salva facta est mulier ex illa hora. Para describir mejor el po- der de Jestis y Su sefiorio sobre las enfermedades mas rebeldes afiaden los otros Evangelistas que numerosos médicos la habian visitado y empobrecido sin adelantar nada. En Palestina desde el momento que corre la noticia de una de- funcién los parientes y amigos corren en tropel a la casa del difun- to, luego llegan las plafiideras y tocadores de flauta la llamada OE MN AR ep eeee eee ae a ares to aerS Ee Far

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz