BCCPAM000522-3-21000000000000

177 que les han devuelto bien por mal; que les han salvado de los peli- gros y socorrido en sus necesidades, han alcanzado una perfecta se- mejanza con Jesucristo, el cual nos dié un admirable ejemplo de esta Pee sublime virtud, rogando desde lo alto de la cruz por los que le cruci- ocuitar nues- ficaban. tros odios en el Corazén Aprovechémonos de estas sublimes lecciones; ocultemos en el gh adorable Corez6n de Jesis nuestros odios y rencores; depositemos grancr Siena al pie de la cruz todas las ofensas que hayamos recibido; arrojemos ee de nuestro coraz6n todo pensamiento o deseo de verganza y exten- Perdonemos, damos nuestra caridad y nuestro afecto al que nos hace mal, al que ser Serdonados nos persigue y a los que nos odian; asi imitaremos a nuestro Padre celestial el cual en su infinita caridad hace salir el sol y envia la liu via sobre justos y pecadores, es decir, sobre amigos y enemigos. Guardemos en nuestro coraz6n estas palabras: el que no quie- re perdonar; el que no quiere reconciliarse con su enemigo; el que rehusa deponer el odio es indigno de enjrar en la iglesia, indigno derecibir los Sacramentos e indigno dela misericordia y del perdén de Dios, misericordia y perd6én que no los obtendré ni en la vida, ni entla muerte ni en la eternidad... Reflexionemos y examine- mos nuestra conducta. eee “ees ne ee tne rors eee pepe nae aie eS i ; . i i p i pep ea =

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz