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es eae > _ ae ne ee cuncisién nos ensefia: 10 que jos mandamientos de la ley de Dios y de la Iglesia a nosotros que El cumplimien- andamos buscando todas las razones y pretextos para excusarnos to exacto de los mandamientos de Dios y de la Iglesia. La humildad ue no se cuida @ parecer san- to sino deserlo. El espiritu de sacrificio nece- sario para sal- varnos y para salvar a otros. Segundo he- cho: la imposi- cién del nom- bre de Jestis. Omnia _ habe- mus in nomine Jesu. Incapacidad del hombre para ensalzarlo, El nombre de Jess: dulcisi- mo recuerdo, rser el nom- re de quien vencid a nues- de su observancia; puesto que El siendo Dios, estando sobre toda ley, concebido sin pecado original, exento de toda mancha, se some- te a una ley pesadfsima y dada para los pecadores tan solo. b) La humildad; esa preciosa virtud una de las mas gratas a los ojos, a nosotros que sin ser santos nos perecemos por ser tenidos, a nosotros a quienes nada importa ser pecadores y viciosos con tal de que no lo parezcamos; puesto que la perfeccidn infinita, la santi- dad sin limites cumple con una ley que suponia el sambenito del pe- cado. c) El amor al sacrificio, al sufrimienio, a nosotros que huimos del sufrir, como del mayor de los males, que anhelamos siempre por una vida regalona, vida de placer sin mezcla de sufrimiento; puesto que siendo El inmortal e impasible, siendo El Dios ofendido, derra- ma su sangre por el hombre pecador. Pero no es esto lo que més llama mi atenci6n enel evangelio del dfa: lo que me arrebata y saca fuera de mi y de lo que no puedo me- nos de hablaros en el dia de hoy; es la imposicién del dulcfsimo nombre de Jestis; es ese nombre bendito ante quien los cielos y la tie- rra y los infiernos doblan la rodilla; es ese nombre bendito a quien todas las lenguas cantan, y todos los corazones aman con delirio; es ese nombre bendito que es recuerdo gratisimo, dulzura inefable, em- beleso del coraz6n, miel en las labios, bélsamo para la herida, ar- monia para el ofdo, aroma delicioso para el paladar, luz para la inte- ligencia, agua cristalina para el sediento, faro del que navega, espe- ranza dei arrepentido, porque como dice S. Ambrosio omnia habe- mus in nomine Jesu es \a cifra de la perfeccién, de la bondad, del amor, de la misericordia, del perdén de Dios.. Los cerazones y las lenguas de todos los hombres y de todos los Angeles no son suficientes para amarle, bendecirle, alabarle, en- salzarle, adorarle cual se merece; ni un dfa, ni un mes, ni_ un afio, ni mil afios, ni una eternidad son suficientes para agotar sus perfeécio- nes y enumerar los beneficios que tal nombre ha producido, produce y produciré a la humanidad. Sin embargo una lengua sola y no la de un 4ngel nila de un hom- bre sabio, elocuente, sino una lengua torpe tartamuda la mfa y no en toda la eternidad, ni en un afio, nien un mes, ni en undfa, ni en una hora va a deciros algo a saber. Que el nombre de Jestis es un recuerdo dulcfsimo. Que es muy dulce dulcfsimo recuerdo para un cautivo que gemfa en espantosa esclaviiud, que arrastraba cadenas pesadisimas, el nombre del amigo que le libert6 de la esclavitud y rompi6 Jas duras cadenas; que es dulce muy dulce recuerdo para un hombre condena-
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