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146 gis pluris estis illis? Tercera, inutilidad de nuestros esfuerzos, si Dios no pone su mano: guis autem vestrum cogitans potest adji- cere ad staturam suam cubitum unum. Toma enseguida el segundo miembro de la objecién: Et de vestimento quid solliciti estis? y \o rebate con un bellisimo ejem- plo: Considerate lilia agri, quomodo crescunt:’ non laborant neque nent. Dico autem vobis, quoniam nec Salomon in omni gloria sua coopertus est, sicut unum ex istis. Siautem fanum agri quod hodie est et cras in clibanum mittitur, Deus sic ves- lit, quanto magis vos modice fidei, Vuelve en fin a repetir la misma conclusién: Nolite ergo solli- citi esse, dicentes, Quid manducabimus, aut quid bibemus aut quo operiemur? Haec enim omnia gentes inquirunt, scit enim Pater vester, quia his omnibus indigetis. Conclusién tiltima*y s uprema norma de vida para un cristiano. Quaerite ergo primum regnum Dei et justitiam ejus et haec omnia adjicientur vobis. *# Z Homilia.—A\ leer ei Evangelio del dia queda uno admirado, pas- . mado del conocimiento que Jestis tiene del corazén del hombre, jqué Jestis conoce —. ' : nuestro cora- bien conoce sus flaquezas! jqué bien conoce y cuan bien sabe tocar — sus fibras mas delicadas. Sabe el pode- Jestis sabe que son muchas las pasiones que ejercen un poderio rio que enel co- grande sobre nuestro pobre coraz6n, pero sabe que hay una que le on Snes, avasalla, que lo esclaviza con una esclavitud la mas abyecta e ignomi- niosa e irresistible, la avaricia. A. O. contemplad el mundo con su Sobre todo la comercio, con su industria, con sus inventos y decidme, si Jests tie- * ne raz6n, contemplad vuestro propio corazén y confesad que Jesu- Hey cristiance cristo conoce perfectamente el coraz6n del hombre. que = Blen- Hay cristianos que sirven a un sefior fan solo, los bienes de este San en fo. ne mundo, que son esclavos del dinero y que no suefian en otra cosa, ni se preocupan de otra cosa, ni del alma, ni del cielo, ni de sus man- Soe cates no damientos. Ley suprema de su vida, anhelo nico de su existencia, Ps ganar, poseer cada vez mas. No se dirije a estos Jesucristo. Jesus habla a los cristianos que por una parte se acuerdan de su aio alma, de Dios y de sus mandamientos y viven engolfados en los ne- vir a Dios pe- gocios de este mundo; y a estos dice con amor, con fernura de ma- cuatindee dre, pero con firmeza de maestro, con autoridad de profeta: Nadie las creas de la puede servir a dos sefiores, m4xime cuando son opuestos sus inte- ; reses, estan refiidos; o se ama al uno y se aborrece al otro, o se atien- No se puede de al uno y al otro se desatiende; es decir, que no se puede adorar servir a Dios al verdadero Dios, quemar incienso ante sus altares y adorar, obe- 9 — decer a la riqueza y sus leyes. | | ta oe

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