BCCPAM000522-3-21000000000000
‘semanas, meses, afios; Y son raros muy raros aquellos hombres de corazon noble y agradecido que recuerdan con frecuencia el beneficio recibido y suefian en el bienhechor y para él viven y con harta frecuen- cia sucede que estos tales sonlos mas miserables, los mds despre- ciados quizaé, los més pecadores, A. O. Si tenemos la desgracia de contraer la horrible lepra espi- ritual, es decir, el pecado grave, no olvidemos dénde esta el remedio en Jesucristo, en el confesonario. Si arrepentidos de nuestros vicios nos presentamos al confesor y recibimos la absolucién de nuestras faltas no olvidemos que delos diez leprosos, delos diez curados, uno solo oy6 estas consoladoras palabras de los labios dulces de Je- siis: Tu fé teha salvado, vete en paz. Y que éste las oy6, porque no se olvidé del bienhechor, porque era de corazén grande, noble y agradecido, mientras que para los otros solo fuvo el anatema, de ingrato. Haced vosotros como el samaritano, si quereis tener la misma suerte. DOMINGO CATORCE DE PENTECOSTES Exégesis S. Mateo V1, 24-33 El Salvador pretende despegar el coraz6n de los discipulos de las cosas de la tierra y comienza por sentar una proposicién gene- ral: Nemo potest duobus dominis servire. Pruebas de la proposi- cién: Aut enim unum odio habebit: et alterum diliget; aut unum sustinebit, et alterum contemnet. Aplicacién: Non potestis Deo servire et mammone. Ve Jestis que sus palabras tan terminantes, han despertado una objecién en los oyentes, una objecién que no ha brotado de labios de estos, pero que El la ha visto en el fondo de sus ifiteligencias. La objecién es esta. Si no nos cuidamos de las cosas de la tierra, gc6mo comeremos y cémo vestiremos?; y a ese pensamiento responde Jesucristo: /deo dico vobis, ne solliciti si- tis anime vestre (por vuestra vida) guid manducetis, neque cor- dori vestro quid induamini, A continuacién acumula las pruebas en favor de su asercién. Primera: Nonne anima plus est quam esca et corpus plus quam vestimentum? Segunda: el ejemplo de las aves: Respicite volatilia ceeli, quoniam non serunt, neque metunt, neque congregant in horrea; et Pater vester celestis pascit illa. Nonne vos ma- i Pocos imitan al leproso samari- tano. Conclusién,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz