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DE TERCIARIOS FRANCISCANOS 75 Las coiiclusiones que presenta don Pedro Pascual al Congreso son las siguientes: 1.* Que se vulgarice el conocimiento exacto de lo que es la Venera- ble Orden Tercera, sobre todo entre el Clero, publicando articulos en Re- vistas. . 2." Que se persuada a los miembros de las Asociaciones piadosas a que ingresen en la Venerable Orden Tercera. 3.° Si un Terciario es expulsado de la Orden Tercera convendra que sea expulsado de otras Asociaciones a que pertenezca. Esta tiltima conclusion fué desestimada por el cultisimo ponente M. Iltre. Sr. D. Alejo Eleta. Lo mas natural parece que su cumplimiento se deje a la discrecién de los Directores de las Asociaciones en cada caso particular. 2.—R. P. Alfonso de Morentin, Guardian de los Ca- puchinos de Tudela. El cultisimo Padre Alfonso,"que aun en una simple Memoria revela sus dotes de orador atrayente, quiere que la Orden Tercera se llame sin recelo verdadera Orden Religiosa. A primera vista la afirmacién parece atrevida. Pero el autor de la Memoria toma la definicién de Orden Religiosa, y habilmente la va acomodando a los caracteres dela Orden Tercera: Or- den Religiosa es, dice el autor, forma de vida aprobada por la Iglesia, bajo una Regla determinada sub communi modo, para los fieles que aspiran ala perfeccién guardando los tres votos de obediencia, pobreza y castidad. Ya advierte el autor que esta definicién no es aplicable en sentido es- tricto, canénico. Pero prueba que la dicha Orden presenta caracteres seme- jantes; y cita para probar este aserto palabras de Benedicto XIII y de Leén XIll. Y afiade el autor: «Si, pues, la Orden Tercera es verdadera Orden, siguese que en algtin senti- do los Terciarios pueden llamarse frai/es. Frailes de levita y de blusa. Frailes de sombrero y de boina. Frailes de manos delicadas y de callosas manos. Frai- les de espada al cinto. Frailes de imperial diadema, frailes de sotana, de pasto- ral Cayado, de Capelo cardenalitio y de tiara pontificia. Eso es el Terciario: un fraile en medio del mundo. Un fraile por su cordura y moderacién en todo; un fraile por su alejamiento de todos los lugares y centros donde no tiene lugar ni asiento el recato y modestia cristiana; un fraile por su respeto y sumisi6n omn{- moda a las autoridades eclesiasticas y civiles; un fraile por el ejemplo de edifi- caciOn al pueblo; un fraile por su caridad con el préjimo; un fraile por el cum- plimiento exacto de todos sus deberes religiosos.» El autor de esta Memoria no establece conclusién alguna; pero arrojé mucha luz sobre el tema y orienté al Ponente para exponer las suyas ante la terciaria asamblea. 3.—Don Vicente Gonzalez, Terciario, de Tudela Afirma, citando textos de Romanos Pontifices, de Mons. Segur, del