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60 CONGRESO REGIONAL monia y santa fraternidad, porque todos sois hermanos en Cristo Jess. El rico ame a los pobres y la pobreza, porque los pobres son la imagen de Dios, hecho pobre, humilde y varén de dolores por nuestro amor. Ellos son la aristocracia del cristianismo, y a ellos llam6é Jestis bienaventurados, beafi pauperes. No seais soberbios, y evitad el lujo refinado y el amor desordenado a los placeres. Aborreced la arrogancia y el despotismo, y sed caritativos y benévolos con to- dos. Los pobres deben respetar a los ricos, porque ellos son los depositarios de las riquezas de la tierra, los que deben hacer obras de caridad con los indi- gentes, los que deben dar ejemplo al pueblo. gQué seria de los pobres sin los ricos? Y ¢gqué serfa del mundo sin los pobres de espiritu, sin estos imitadores de Jesucristo? Amaos, pues, y abrazaos los unos a los otros, porque sois her- manos, frafernitatem diligife. Fraternidad entre la justicia :—::-—-: ylacaridad. :—: :—: Ante esta doctrina de Jesucristo y de su fiel siervo imitador Francisco, hay que temperar o modificar las nociones de la justicia conmutativa y del dominio de las cosas, porque estas nociones, tal como hoy se presentan y se discuten, proceden del derecho romano, que lIleg6é a ser general en el orbe. Y esta base de derecho romano siempre sera gentilica y pagana; se form6 entre los horrores del despotismo de los Césares y entre las luchas de sefiores y esclavos. Visitad las ruinas de la antigua Pompeya y de otros monumentos romanicos, y encon- trareis la mayor parte de aquellos caddveres petrificados con una correa en la cintura, como signo de esclavitud. Y gqué derecho podfa surgir de un imperio de esclavifud reinante? 4Qué nocién de justicia podian tener aquellos sabios servidos por una caterva de esclavos? Es verdad que el derecho romano fué después algun tanto purificado; pero su madre sera siempre pagana, y es dificil que no le quede alguna mancha, asf como en Sto. Tomas se ven resabios bién marcados de aristotelismo y en S. Buenaventura los de la Academia. ...... El ilustre orador, que es escuchado por todos con interés creciente, se lamenta del concepto inexacto de /usticia que hoy se profesa. Nuestros semejantes no tienen solo derecho a la vida corporal, sino ala vida intelectual, al desarrollo de las potencias del alma; tienen ademas dere- cho a cumplir con sus deberes religiosos. Si todo esto no se tiene en cuenta por las clases directoras y acaudaladas, habré hombres que seran solo unos asa- lariados, unos esclavos..... Y esto es anticristiano..... Valiéndose de los conceptos ensefiados por Leén XIII en la Enciclica Rerum Novarum, el sa- bio Franciscano fustiga a los que poseen las riquezas de un modo demasiado absoluto que lesiona la caridad y la justicia. No siendo el hombre creador de las cosas, no tiene sobre ellas sino un dominio muy relativo; no tiene el derecho de abusar de ellas para fomentar sus vicios, tiene el deber de admi- nistrarlas para su propio perfeccionamiento y bienestar, debiendo emplear lo que le sobra para socorrer, por caridad, a sus semejantes. Y contintia el sa- bio franciscano: ‘ El Serdfico Patriarca de los Pobres, S. Francisco de Asis, se fij6 en estas nociones erroneas y deficientes de justicia y de dominio absoluto, y prohibio a sus hijos con la Santa Regla toda propiedad de los bienes terrenos, y de este

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