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402 : CONGRESO RFOIONAL Melchor de Gerona, Luis de Masamagrzil y Otén de Ochovi. Creemos que esta fué la segunda expedicién. El! dia 6 de Enero de 1893 embarcaron, formando la tercera expedicién, los Padres Bernardo de Sarria, Gregorio de Peralta, Estanislao de Guerni- .ca, Segismundo de Real de Gandia, Querubin de Madrid y José de Tirapu, con los Hermanos Julidn de Vidaurreta, Miguel de Picafia, Fulgencio de Gata, Sebastian de Sangiiesa, Modesto de Adids, Carlos de Benisa y Se- rafin de Real de Gandia. En Julio de 1895 fueron destinados a Carolinas los Padres Juan de Bar- - celona, Vicente de Larrasoafia, Buenaventura de Alboraya y Silvestre de Santibaiiez y los Hermanos Ricardo de Beniganin y Santiago de Zandio; los cuales embarcaron en Barcelona con el R. P. Alfonso de Morentin quien se dirigia a Manila como Superior de la Residencia-Procura con otros Padres y Hermanos. Los primeros Religiosos destinados a Yap 1886 fueron muy bien recibi- dos y atendidos por Dfia. Bartola y por dos nietos suyos y varias criadas. Era Diia. Bartola una mujer natural de Marianas, pero vivia en Yap ca- sada con un rico comerciante americano, el cual desaparecié en un naufragio. Fué en Yap donde Dija. Bartola indignada al presenciar el desembarco de los alemanes e izar la bandera prusiana, confeccionéd con sus vestidos dos banderas espaiiolas y las colocé en la colina mds alta de la isla, protestando en nombre de Espaijia valientemente contra el latrocinio que se intentaba come- ter. Diia. Bartola y los dos nietos suyos llamados Raimundo y Juan tomaron el Habito de la Orden Tercera de San Francisco, a una con sus criadas. A los pocos meses de haber llegado, el Gobernador espajiol D. Isidoro Posadillo, encarcelé y desterré a un tal Misterdom pastor protestante nortea- mericano. Pero los amigos de éste, excitaron a los indigenas a rebelarse con- tra los espafioles. Los Misioneros y personas indefensas pudieron salvarse refugidndose por orden del mismo Gobernador en el pontén espaiiol Maria Molina. Pero el Gobernador y sus soldados, (unos 150 espafioles yfilipinos) fueron asesinados. (Julio 1887). Esto acontecié en Ponapé. Y en Yap gracias a Dojfia Bartola no ocurrié mas de una vez alguna ca- tdstrofe semejante. He aqui un paérrafo de una carta del intrépido P. Daniel de Arbacegui (1& Julio 1888.) «Por las cartas de Fr. Crispin y demas Hermanos de aqui, habra obser- vado el estado de excitacién en. que se hallaban estos naturales, y de sus in- tenciones poco favorables hacia los espajioles de la colonia de Yap. La famo- sa dofia Bartola, que como sabe V. Rma. conserva relaciones con algunos habitantes del interior, fué la primera que dié parte en la colonia de las ma- quinaciones que se tramaban contra la bandera espafiola. Con semeyantes noticias, la guarnicién vivia en continua zozobra, espe- rando por instantes alguna sorpresa por parte de los naturales. En este estado las cosas, resolvi presentarme entre los salvajes, llevan- do en mi compaiifa al Sr. Gobernador interino don Indalecio Gil, pues se ha- llaba ausente a la saz6n el ‘Sr. Gobernador .
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