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Raocan rence Origen e iniciativa del Congreso” peg —— En el afio 1921 cumpliase el séptimo centenario de la fundacioén de la Orden Tercera de San Francisco. jSetecientos afjios de gloriosa y fecunda historia de la Obra mds popular instituida por el Santo llamado alter Christus! éNo era obligacién de todos los Hijos de San Francisco conmemorar tan fausto acontecimiento? Asi lo entendimos todos y asi nos lo aconsejé el mis- mo Vicario de Jesucristo. El Rmo. P. General de la Orden Capuchina excité el celo y entusiasmo de todos sus stibditos con una Carta: Circular fechada en Roma el 4 de Oc- tubre de 1920. En ella nos daba cuenta de que se habia constituido en Roma un Comi- té integrado por Religiosos de las cuatro Familias Franciscanas (Conventua- les, Observantes, Capuchinos y Terciarios Regulares), asi como de _presti- giosos seglares, encargado de organizar un Congreso Internacional que se celebraria en el mes de Septiembre de 1921, y ordenaba nuestro Reverendi- simo Padre que en cada Provincia de la Orden se constituyera un Comité que estuviera en constante relacién con el Secretario de la Junta Internacio- nal, que oportunamente enviaria instrucciones para que la accién de los Ter- ciarios fuera mas eficaz. Y en efecto: el Comité Internacional aconsejé a cada Provincia la cele- bracién de Asambleas o Congresos, para que las fiestas centenarias en todo el mundo no se concretaran a meros actos de culto mds 0 menos solemnes, sino que produjeran resultados practicos en beneficio espiritual de los Ter- ciarios y de todos los fieles. ; Y llegé el mes de Enero del esperado afio de 1921. Y fuimos gratamen- te sorprendidos con una Enciclica de Su Santidad Benedicto XV, quien glo- riandose de ser Terciario y recordando con honda y vivisima complacencia la fecha en que él mismo habia vestido el Habito de la Orden Tercera de San Franeisco, recomendaba con todo el peso de su autoridad apostolica la celebracion del séptimo centenario de dicha Orden, convencido, de- cia el Papa, de que sera altamente provechosa para los pueblos cris- tianos...»