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CIARIOS FRANCISCANOS 117 - Tercera Ponencia.—Don Justo Macaya, Pbro. Veinte minutos fueron concedidos al erudito franciscanéfilo don Justo Macaya, Parroco de Aldava, para exponer algunas Memorias del ntimero 5 y todas las de los ntimeros 6 y 7. Corresponden al ntimero 5 las de los sefiores siguientes: M. litre. Sefior M. Nestor Zubeldia, Canénigo de Pamplona; Rvmo. P. Andrés Ocerin-Jau- regui; Fr. Cesdreo de Legaria, O. M. Cap.; R. P. Sebastian de Ubrique, O. M. Cap., y otra del propio ponente. : El tema ntimero 6 fué ilustrado por el mismo ponente con Memorias es- critas por don Marcelo Celigueta, Parroco de Aibar; don Eugenio Goldaraz, Parroco de Guendulain don Luis Sotés, Maestro de Huarte de Pamplona; R. P. Jestis Alejaldre, O. F. M. y R. P. Leonardo de Vera, Capuchino, Di- rector de la Orden Tercera de Salamanca. Otra Memoria recibidse el primer dia del Congreso, escrita por el R. Pa- dre José de Sangiiesa; de la que ya no pudo hacerse cargo el ponente. Pero la publicaremos en esta CRONICA por creerla de indiscutible provecho practico. Al formular el ponente una proposicién de don Eugenio Golddraz, Pa- rroco de Guendulain, un Congresista pidiéd que se atenuara su rigor. Desea- ba el autor de la Memoria que se aconseje a los Terciarios y Terciarias no asistan a las fiestas profanas de otros pueblos. En la proposicién di- ce que se aconse/e; pero en el texto de la Memoria parece declarar su vo- luntad de que se les prohiba. Las causas que inducen al dicho sefior Parroco a formular la referida proposicién son ciertas y funestisimas. Y si nuestros Terciarios se abstuvie- ran de ir a dichas fiestas, se verian libres de muchos peligros. ¢Pero quién tiene derecho a prohibirselo? ¢Y ane se atreverd a aconsejar que se abs- tengan, con probabilidad de éxito El ir a fiestas no es un mal ni un abuso; e! mal esta ene] poco recato que se guarda en ellas. Corrijase la falta, vigilese ala Terciaria por el Pé- rroco o Director del pueblo a donde ha ido y dése cuenta de su conducta al Parroco o Director de ella. Tanto el ponente, como el autor de la Memoria, quedaron conformes con este criterio, pues nada _ replicaron para defender el primer punto de vista. Memorias de esta Ponencia 8. M. Iltre. Sr. D. Nestor Zubeldia Una raz6n, que no ignoran los que conocen al autor de la Memoria y al humilde autor de esta Cronica, me obliga a ser parco en alabanzas al hacer la presentaci6n del ilustre Terciario, Solo diré, para que sirva de garantfa