BCCPAM000522-3-10000000000000

DE TERCIARIOS FRANCISCANOS 115 nos los emocionantes espectaculos que el autor ha presenciado en algunos de los Conventos de nuestra Provincia al celebrar esta devocién. Exhorta des- pués a celebrarla debidamente para aplacar la ira de Dios en tiempos de ca- lamidades ptiblicas. Quiere*que los Terciarios la celebren en todas las Pa- rroquias y en todas las peregrinaciones. Y finalmente expresa el deseo de que los Terciarios de Pamplona 7acudan en peregrinacién a otros centros Terciarios para celebrar en ellos el tercer dia los cultos de las Cuarenta Ho- ras. Conclusiones. 1.° Que el Comité ejecutivo de las Conclusiones del Congreso se en- cargue de hacer publicar la historia de las Cuarenta Horas. 2.° Que los Terciarios las celebren cada afio con toda solemnidad. 3.° Que en tiempo de guerra o de otras calamidades piiblicas, los Ter- ciarios las celebren con el cardcter de oracién de piiblica penitencia. 4." Que la celebracién anual de dicha devocién no sea exclusiva de un centro Terciario al que se invite a los de otros centros, sino que cada afio se celebre en centro distinto con asistencia de otras Hermandades. 7. R.P. Pastor de Arrayoz, Capuchino El Via-Crucis y los Terciarios Hace detallada historia de las vicisitudes por que atravesé Jerusalén desde la muerte de Jesucristo y menciona las diferentes manos que de ella se apoderaron sucesivamente hasta los dias de San Francisco. Nuestro santo Patriarca visit6 aquel bendito pais, y ya en 1222 se ha- bia levantado el primer Convento de Sidn. En 1230 el Papa Gregorio IX encomend6 oficialmente a los Hifos de San Francisco la custodia de los Santos Lugares. Y entonces fué cuando principié la verdadera historia del Véa Crucis; porque los Franciscanos, juntamente con los fieles, principiaron la prdctica de recorrer, orando, el mismo camino que nuestro Sefior recorrié con la Cruz para subir al Calvario. En los Conventos que iban fundando en Palestina re- presentaban el Calvario en las colinas préximas al mismo convento y las vi- Ssitaban dividiendo el camino en distintas estaciones. EI Primer Calvario de Europa fué el erigido en el monte Sarallo (Italia) por el Padre Bernardino de Caimis, con licencia del Papa Inocencio VIII, en Diciembre de 1477. Desde entonces todos los Hijos de San Francisco con- virtiéronse en apdstoles de este piadoso ejercicio, siendo el mds notable San Leonardo de Porto-Mauricio. A continuacién, el culto autor de la Memoria cita las indulgencias que con esta devocién ha sido enriquecida por los Sumos Pontifices, cuyo exor- bitante ntimero es hoy incalculable. Habla finalmente de los Calvarios franciscanos de hoy en la Provincia