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DE TERCIARIOS FRANCISCANOS 111 El Beato Mateo de Agrigento, Obispo, lo populariz6é en Sicilia, junto tam- bién con el nombre de Marfa, y ambos nombres los mando grabar en su sello episcopal. En Francia, en el primer tercio del S. XV distinguiése el insigne misionero franciscano P. Richard, confesor de Santa Juana de Arco. Esta esforzada he- roina, que visti6 el habito de la Tercera Orden Franciscana, educada por los franciscanos y a instancias de su confesor, hacia figurar al dulcisimo Nombre al principio de sus documentos politicos y lo pint6é en su bandera. En el anver- so, sobre fondo blanco, salpicado de flores de lis, aparecfa el Salvador entre nubes; a sus piés dos 4ngeles sostienen la inscripcién de los Nombres de Jestis y de Marfa. Con tan gloriosa ensefia alentaba a las tropas y asi logr6é tomar por asalto Orleans, Auxerre, Troyes y otras plazas que estaban en poder de los ingleses. En Austria \o propag6 el Beato Tomas de Iliria, que lo hacfa esculpir en los frontispicios de las catedrales e iglesias y en las fachadas de las casas particu- lares. Asi mismo lo dié a conocer el V. P. Marcos de Aviano, capuchino, el cual, poniendo ante las tropas austriacas el estandarte del Nombre de Jesits, areng6 a los soldados, que fervorosamente invocaron a continuacién el Santo Nombre e impidié de ese modo que los turcos se apoderasen de Viena. De igual modo San Juan de Capistrano consiguié siglo y medio antes rechazar a los tur- cos de las puertas de Belgrado. Muchos reinos y provincias lo hicieron grabar en sus sellos y escudos res- pectivos, como Austria, Cércega, Mallorca, Guatemala, e infinitas mds; de los cuales unos lo representaron solo, otros junto con el de Marfa. ' La fiesta Tras de reiteradas instancias. la Sede Apostdlica concedi6 a principios del siglo XVI a toda la Orden de San Francisco el privilegio de celebrar una fiesta especial en honor del Santo Nombre de Jests. En 1721, a petici6n de Carlos VI, Emperador de Alemania, el Papa Inocen- cio XIII decret6 que la fiesta del Dulcfsimo Nombre se celebrase en toda la igle- sia y la fij6 en la Dominica II, después de la Epifanfa. (1) A contar desde el siglo XVI, otras 6érdenes, siguiendo los ejemplos de la Franciscana, propagaron ésta devoci6n: <El culto de este Santfsimo Nombre, propagado en todas partes por San Bernardino de Sena y San Juan de Capis- trano, y enriquecido con el oficio eclesidstico, otorgado a la Orden de los Me- nores por Clemente VII, se extendié en lo sucesivo, en virtud de otras concesio- hes apostdlicas, a otras Ordenes Religiosas, Provincias y Reinos, Inocencio XIll lo amplié mas tarde, con el mismo solemne rito a toda la Iglesia. (2) Es digno de especial mérito el terciario San Ignacio de Loyola, Fundador de la Compa- fifa de Jestis, que perteneci6 a una confraternidad del Santo Nombre de Jests, que San Bernardin de Sena hab{fa establecido en Roma en la Iglesia de Jests. En este mismo lugar fund6 Ignacio su Congregacion y tom6 por escudo el mo- nograma de Jestis, que tanto popularizaron sus Hijos. (4) El terciario San Vicente de Paul recitaba todos los djas con singular devo- ci6n las letanfas del Santisimo Nombre de Jesus, aprobadas e indulgenciadas por la Iglesia. Los Romanos Pontifices, entre otras indulgencias, concedieron 0) Gueranger-L‘année liturgique. t. Il-pag. 245. Iten Waldingo, X, pag. 115. et Bullarin, (2) Brev. Rom. (83) Menologio Franciscano,