BCCPAM000522-3-10000000000000

100 CONGRESO REGIONAL Calvario, y no viceversa. En tanto vale la Euca istfa, en cuanto es la continua- cién de la Pasién de Jestis; en tanto vale la santa misa de nuestros altares, en cuanto representa y es la misma misa que la del Calvario. Por esto nos dice la Iglesia, que en el Sacramento de la Eucaristfa Passionis tue memoriam reliquis- ti, y que en el Sagrario reco/itur memoria Passionis ejus. El serafico Doctor San Buenaventura, para oir bien la santa misa y para hacer bien la sagrada comu- nién, nos recomienda la meditacién en la Pasién del Sefior. Del Calvario debe- mos ir al Sagrario y a todos los pasos de la vida de Jestis. El Calvario es el re- sumen, el compendio y la meta de todas finezas del divino Redentor. Dejar el Calvario, es huir de lo mas grandioso y sublime de Jestis. El amor fué el mévil de todas sus obras, pero el dolor la corona de todas ellas, porque do/ores nos- tros ipse portavit, tom6 sobre si todos nuestros dolores, y vu/neratus est prop- fer iniguifates nostras. En ninguna parte es més amoroso nuestro Ilagado Re- dentor que en el Calvario: por esto le manifest6 a la venerable Madre Sor Marfa de Jestis de Agreda, que le gustaba que en el Sagrario le considerasen crucifica- _ do como en el Calvario y continuando las finezas de su sacratisima Pasi6n. Da, pues, pena el ver algunas almas adorando al Coraz6n de Jests, pero mirando con cierto desdén, frialdad, miedo 0 aversién a Jests Crucificado. No hay dos o tres Cristos; el uno en el Sagrario, el otro en el Coraz6n de Jestis, y el tercero en el Calvario; el uno alhagador, carifioso y c6modo, y el otro dolo- roso y sufrido. No, no hay més que un solo Jestis verdadero; y E! murié en la Cruz para rescatarnos con su preciosa sangre del pecado y abrirnos con su muerte las puertas del cielo; y éste es el Jestis que debemos predicar y llevar en nuestros corazones, nos aufem preedicamus Jesum Christum, et hune crucifi- xum. \nsisto y recargo la mano en esto, porque todo hace falta en estos aciagos dias en que impera la sensiblerfa y un espfritu superficial y acomodaticio, cere- monioso y formulista, y conviene que desaparezca ésta herejfa practica, y vol- vamos 4 un espfritu solidamet » de abnegacién y sacrificio, € imite- mos en toda la plenitud a isto, como le imit6, desde el Pe- sebre hasta el Calvario, o P. S. Francisco, llamado por esto, Cristo sin divini Conclusiones. Jests abstracto y genérico, sufrir con Jess en el Huerto de Getsemanf, en el Calvario Santisima vida, y de este modo des- terraremos el sentimentalismo imperante y afeminado, y tendremos corazones grandes y sufridos, y que sabran seguir e imitar a su Maestro y modelo en los embates de ésta breve y borrascosa vida. 2. En todas las fiestas y funciones del Sagrado Corazén de Jestis hable- mos de las angustias y sufrimientos del inmenso amor de nuestro divino Re- dentor, al ver nuestros pecados e ingratitudes, que hoy no son menores que en otros tiempos; y seria bueno terminar en los primeros Viernes y siempre que se peda todo acto religioso con el Vfa-Crucis, acompafiando al Sefior a llevar la Cruz en el camino del Calvario, 0 pasando una horita o el tiempo que se pueda meditando en las agonfas del Sagrado Coraz6n en el Huerto de Getsemantf. Es- tas son las verdaderas dulzuras del cristiano. 1. No ensefiemos 5. Para unir nuestro coraz6n con el de Jestis, serfa bueno que en Ios Ulti- mos viernes de cada mes se hiciera algo especial por el Coraz6n agonizante del i ieee on ka ee ti ae

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz