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2° ; j 88 CONGRESO REGIONAL sus deberes. Oye muchas cosas, es verdad; pero se olvidan o no se entienden bien: el libro se las recordaré y comparando unos pasajes con otros llegara a entender lo que antes no entendié. Ademas; hasta hace algunos afios se tenia y lefa en no pocas familias durante las veladas del invierno el «Afio cristiano». Por desgracia ha desaparecido tal costumbre; vamos, pues, los Terciarios a trabajar para que se lea algo de bueno, ya que no consigamos restaurar la prac- fica antigua. Para esto nada mejor que un libro ameno e instructivo propio del Terciario. En él aprenderé a ser imitador de San Francisco de Asis. Pero £c6mo adquiriran estos libros las inumerables familias pobres, muy pobres que pertenecen a la Tercera Orden de San Francisco? La solucién no es tan diffcil; depende de que haya buena voluntad en las personas o Terciarios pudientes o ricos. Que se prive el terciario rico de un gusto, de una diversién y dedique lo que habfa de gastar en algo superfluo, en adquirir un ejemplar de di- cho libro para una familia pobre, con la que tiene alguna relacién. 2.* Organizaci6n de la Hermandades Terciarias en cada localidad para el ejercicio de obras de caridad, de propaganda, efc., segtin las condiciones y am- biente de cada poblacién. Las Juntas directivas determinarén qué se puede ha- cer y de qué manera. El fin de esto es mantener y aumentar el espiritu no aitiaiaiine individual, sino también colectivo de caridad que debe resplandecer en las Hermandades Terciarias y mediante estos actos dar sefiales de vida y demostrar que no se reduce su actuacién a funciones de iglesia sino que hacen algo mds: que no se contentan con predicar sino que también saben dar frigo. Para estimulo de las Hermandades Terciarias en pueblos de corto 0 regular vecindario pueden ser- vir dos practicas que viene observando con toda regularidad, hace ya muchos afios, la Hermandad Terciaria de Echauri.—Véase la pagina 10. 2. D. Ambrosio Azparren, Pbro. Beneficiado de Roncesvalles. La Memoria presentada por el joven Presbitero Terciario es todo un tratado ascético sobre las virtudes de caridad, mortificacién y pobreza; asf como de la obediencia a la Santa Sede, que deben ser caractetisticas de to- do Terciario. Este debe revestirse del espiritu de Caridad, porque en ella consiste la perfeccién cristiana a la cual esta obligado por el Evangelio y por la Santa Regla. Practique las obras de misericordia aun con los enemigos. Demuestra que no sera verdadero Terciario si no tiene espiritu de mor- tificacién, refrenando y encauzando las pasiones.... Debe revestirse del es- piritu de pobreza desterrando del corazén todo afecto desordenado a cosas terrenas, sobre todo al dinero. Finalmente debe imitar a San Francisco en la obediencia y sumisién a la Santa Sede. Afirma con Benedicto XV que estas virtudes son las que pueden devol- ver al mundo la paz y la concordia, y desterrar el odio de clases, el egoismo, la avaricia y el espiritu de rebelién. He aqui las conclusiones = propone como coronamiento de su_meriti- Simo trabajo:

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