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ES 5354. En los días festivos los coristas y legos acudan á todas las misas que pudieren, y cada día oigan la misa conventual, pudiendo hacerlo; y á todos los exhortamos á que en las misas, oficios y oraciones rueguen frecuente- mente por todos los fieles, tanto vivos como difuntos, porque N, P. S. Francisco hace de esto especial mención en la Regla. S35. Exhórtase también á los religiosos que estuvie- ren presentes, cuando celebran los sacerdotes, á que con suma reverencia y mente angélica asistan á los divinos misterios en el acatamiento de Dios, esforzándose en ce- lebrar y comulgar espiritualmente, y en ofrecer con ellos á Dios aquel gratísimo sacrificio. 536. Y porque la santa oración es nuestra espiritual maestra, y madre de toda virtud verdadera, á fin de que el espíritu de la devoción, sobre todas las cosas deseable, no se menoscabe ni entibie en nosotros, sino que ardien- do de contínuo sobre el altar del corazón se encienda más cada día, como lo deseaba N. Seráfico Padre; aunque el verdadero y espiritual fraile menor siempre ora inte- riormente, con todo, se ordena que para este fin se seña- len dos horas ó espacios de tiempo cada día, una por la mañana y otra por la tarde, según la costumbre y hora- rio de cada Provincia. 37. Tengan presente los religiosos que orar no es otra cosa que hablar á Dios con el corazón, y que no ora de verdad quien habla á Dios solamente con los labios; y así esfuércese cada uno en hacer oración mental más bien que vocal, adorando al Eterno Padre en espíritu y verdad, según la doctrina de Jesucristo, (1) y teniendo cuidado de iluminar el entendimiento é inflamar el cora- zón mucho más que de expresar palabras. Antes de la oración de la mañana, dígase la letanía de todos los San- tos, pidiéndoles que rueguen á Dios por nosotros; antes de la oración de la tarde. dígase la letanía de la Virgen (D) Joan. IV, 24.

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