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morar perpetuamente en la casa de Dios, llevando la Cruz con Cristo, para más asegurar su salvación eterna. Gui- den también de que los novicios lean y escriban cosas espirituales, según ordenan los decretos pontificios; y ex- plíquenles la Regla y enséñenles el rezo del Breviario, para que aprendan á rezar bien el oficio divino, tanto en público como en privado. 16. Tengan los Maestros plena y absoluta potestad en el régimen del noviciado y en la educación de los novi- cios, de los cuales serán confesores ordinarios. Eso no obstante, al Superior local pertenece la obligación de dar á los novicios, cuatro veces por lo menos al año, confeso- res extraordinarios, á los cuales podrán también acudir libremente, si les ocurre algún caso particular. (1) Perte- nece también al Superior local presidir á los novicios en el coro é Iglesia, en los divinos oficios, procesiones, refec- torio y demás actos de Comunidad. 1'7. Elnoviciado debe durar un año entero y contínuo, según los cánones sagrados. 18. Los novicios no sean recibidos á la profesión, si no saben todo lo que deben prometer y guardar; por lo cual cúiden los Maestros con diligencia de hacerles apren- der la Regla durante el noviciado, declarándoles cuáles son los preceptos de la misma, cuáles sus consejos y amo- nestaciones y cuál la intención de nuestro seráfico Padre acerca de su observancia; para que, acabado el año, sepan con perfección los deberes que la profesión impone. 19. Sialguno quiere pasar de otra Religión á la nues- tra, difícilmente y rara vez se le reciba, precediendo siem- pre el consentimiento del Definitorio General y la licencia de la Santa Sede; y, en tal caso, haga el noviciado y la pro- fesión simple y solemne, como los demás. 20. Para que los novicios, gozando de quietud, paz y silencio, adelanten más en espíritu, colóquense con su Maestro y Socio en un lugar separado del que habitan los (D) Clem. VII, Cum ad regularem.