BCCPAM000521-6-06000000000000

== el cometido que dimos á Nuestros amados hijos, Nos re- gocijamos y damos á la eximia Orden de los Capuchinos el más cumplido parabién, porque en esta labor se han adoptado las precaucionez más seguras para que sus re- ligiosos conserven íntegro el espíritu del Patriarca de Asís, y se animen y apresten á seguir sus huellas é imitar «su inocencia y mortificación, magníficas y excelsas vir- tudes, en cuya práctica el Santo Fundador rayó en lo maravilloso» (1):-todo lo cual es una gloria propia y pe- culiar de esta Orden Franciscana. Tal nombre damos á los Capuchinos, herederos é hijos legítimos de San Fran- cisco por derecho de sucesión y otros títulos, verdaderos Franciscanos y Frailes Menores en la más estricta y ge- nuina significación de la palabra; y así queremos que les consideren todos, que no de otra manera les miraron siempre los Pontífices Romanos. Y nadie ponga en duda que la Orden de Capuchinos ha sido desde su fundación, y es al presente, Orden de Frailes Menores, ni mas ni menos que las otras dos Fa- milias Franciscanas, y que su Cabeza, á la par de los otros dos Superiores Mayores de los Frailes Menores, se llama con toda propiedad y es Ministro General y, para sus religiosos, legítimo sucesor de San Francisco; pues consta que la rama de la Orden de Capuchinos jamás se desgajó del tronco que es el Seráfico Padre, sino que siempre se ha mantenido unida íntimamente con él. Por consiguiente, con mucha razón debe decirse de ellos lo que afirmó Urbano VIII, es á saber: que los Menores Ca- puchinos «traen su origen de San Francisco por línea recta jamás interrumpida, y siempre y sin intermisión observaron la Regla Seráfica.» (2) Por lo cual, Nos com- placemos en reconocer y confirmar el legítimo derecho de esta Orden y de las leyes por las cuales se gobierna. De desear es que conserven inalterable y en todo su vi- gor lo que, según va dicho, es su rasgo distintivo, su se- .. PP... e JAY na ad RS O” bs H £ (D) Constit. Felicitate quadam. (2) Lit. Salvatoris, 28 Jun. 1627.