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ame Í 993 qe Si no hacen buen examen, repitan el curso, No se les dé largas vanaciones. Castiguese á los negligentes y descuidados en estudiar. No busquen la ciencia que hircha y ensoberbece, ni se resfrien en el esplri- tu de la santa oración y devoción. Acudan siempre al coro y á la oración mental. Asistan diariamente á la misa conventual, y en los días festivos á cuan- tas puedan. Honren, obedezcan y amen á los Superiores y Maestros, Nunca dejen el cam.uv de la humildad. Oración que deben decir antes de clase. El que por sus faltas es quitado del estudio, pierda un curso por lo menos. Cómo, cuándo y con qué estudios se han de ordenar. No se les dé licencia de predicar hasta haber terminado los estudios, Examen que han de sufrir antes. Deben hacer también la profesión de fe. Entreguen y reciban las cartas abiertas durante los estudios, Pongan más cuidado en adquirir el espiritu que la letra, porque la letra mata, y el espírita vivifica, Sacerdotes Celebren con limpio corazón, por pura caridad con humilde reverencia y de- voción, preparándose bien para ello, Acuérdense de que es maldito el que hace las obras de Dios con negligencia, Sean castigados los que celebran inconsideradamente. Prevengan lo que han de leer públicamente. Huyan de las dignidades, si no los llama Dios por medio de la obediencia, Los sacerdotes jóvenes estén sujetos á examen por cinco años. Deben siempre estudiar ó repasar lo concerniente ul ministerio sacerdotal, Cultiven los estudios sagrados, acordándose de aquella terrible sentencia de Cristo: Si un ciego guía dá otro ciego, ambos caen en el precipicio, Predicadores Tengan en mucho estima su sagrado ministerio. Recuerden que no es apreciada la predicación del que lleva vida disipada. No se comprometan á predicar sin licencia de su Prelado. No prediquen fábulas, novedades ni cosas inútiles, sino penitencia, repro- bando los vicios y ensalzando las virtudes. Aduzcan testimonios de la Sagrada Escritura, Concilios y Santos Padres. Propaguen la V. O. T. de N. Padre San Francisco. Sean prudentes y cáutos en sus palabras. Entronicen en su corazón á Cristo, para que El sea quien los haga hablar. Acudan siempre que puedan al coro y á la oración, Sigan en todo la vida común. , Vivan como pobres y guárdense de toda avaricia. Dejen con frecuencia el bullicio de los pueblos y vuelvan á la soledad. Procuren no perder el espíritu religioso y sacerdotal. Imiten á Cristo y estudien en ese Libro de la vida. 174 Di id 175 id 176 50 177 179 id 203 172 5: id no ya 127 181 id 181 167 179 183 188 id 189

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