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OS tituciones, (el cual sería pecado grave,) sino evitando tam- bién por su amor toda negligencia en guardarlas, porque bien observadas nos ayudarán, no sólo á cumplir la pro- metida Regla, sino la ley divina y los consejos evangé- licos; en los trabajos abundará por Jesucristo nuestra consolación, (1) y todo lo podremos en aquel que nos con- forta, (2) porque en todo nos dará gracia y luz el que es Sabiduría del Padre, da á todos con abundancia, y no echa en cara lo que dá. (3) 3 aa21. Cristo, pues, que es luz y esperanza de las gen- tes, fin de la ley, salud de Dios, Padre del futuro siglo, Verbo y virtud que todo lo sustenta, y finalmente espe- ranza nuestra, (4) en quien todas las cosas son posibles, llevaderas y suaves, el cual conoce nuestra fragilidad, no sólo nos dará fuerza para cumplir sus mandamientos y consejos, sino que nos hará participantes de los dones celestiales en tanta copia y abundancia que, superados todos los obstáculos, podamos seguirlo é imitarlo con suma alegría y sencillez de corazón, despreciando las co- sas visibles y temporales, y aspirando á las celestiales y eternas. aaa. Por tanto, pongamos nuestro pensamiento, consideración é imitación en Cristo que es Dios y hom- bre, luz verdadera, esplendor de la gloria, candor de eter- na luz, espejo sin mancha é imagen de la bondad divina, constituído por el Padre eterno, Juez, Legislador y Salva- dor de los hombres, del cual el Padre y el Espíritu Santo dieron testimonio, yen quien están nuestros merecimien- tos, ejemplo de vida, socorros, favores y premios, hecho por Dios para nosotros, Sabiduría yjusticia, santificación y redención. (5) aas. Finalmente, á Cristo que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo, y es con ellos coeterno, consus- tancial, igual y un solo Dios, se den eternas alabanzas, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. (1) II Cor.,1, 4. (2) Philipp, IV, 13. (3) lacob., L,5. (4) Luc., IL 32; Rom., 1, 16; X, 4. (5) I Cor., L 30. al A 5 Sun STE EI EAS pagcares TATI eE