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poco de paja, dijo: La ganancia que hace la paja con el fue- go, es la que hace el siervo de Dios conversando con muje- res. Y de San Luis Obispo, religioso de nuestra Orden, refiere el Papa Juan XXI! en la Bula de su canonización que tuvo desde su niñez tan arraigado en su corazón el amor de la castidad, que por guardarla fielmente huía de conversar con mujeres, de tal suerte que nunca hablaba solo con sola, exceptuando su madre y hermanas, porque sabía que la mujer es más amarga que la muerte. (1) Y en la vida de San Agustín se cuenta que rehusó este San- to vivir con su hermana y sobrina, diciendo que si estas no daban lugar á razonable sospecha, podían darlo las queiban á visitarlas. Y San Bernardo dice que dos cosas contaminan y pierden á los religiosos; la familiaridad con las mujeres y la especialidad de los manjares. 208. Sedetermina también que nuestros locutorios se dispongan y ordenen según las leyes de la pobreza y de la religiosa urbanidad, de tal suerte que se evite en ellos todo motivo de admiración ó de escándalo; y no se permita que sirva de locutorio la sacristía ú otro lugar dedicado directa ó indirectamente al culto divino. El Su- perior local vigile atentamente sobre esto y no consienta que se vaya al locutorio con demasiada frecuencia, ni en tiempo del Oficio divino, ni durante las funciones sagra- das, ni ya anochecido. Q209D. Adviertan los religiosos que por decreto de San Pio V (2) no pueden entrar mujeres en nuestros con- ventos, de cualquier edad, estado y condición que sean, so pena de privación de todo oficio, suspensión a divinis y excomunión latae sententiae á quien las introdujere, se- gún la constitución de Gregorio XIII, (3) la cual constitu- ción declaró la Sda. Cong. que se entiende de los conven- tos ya terminados, y no de los que se están fabricando, en los cuales no se ha establecido la comunidad, sino que (1) Ecel., VI, 27. (2) Circa pastoralis officii, 29 Maii 1566. (3) Ubi gratiae et indulta, 13 lunii 1575.