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54 ¿quivocación... aunque de mala gana porque era de papistas, por curiosidad tam- bien siguió á su madre. Todavía llegó una carretela descubierta, y un último lan1ó hasta la puerta misma de la iglesia. Estos carruajes se habían retrasado por una ligera indisposición de la Excma. Sra. Aniceta, Duqyesa de Saint Julien, abuelita de la heroina de la fiesta. Joaquina, Marquesa de Shotellerie,tuvo que quedarse á cuidarla. —Retírense á Palacio, Raimundo, Inocencio, —ordenaba la se- ñora á sus lacayos. La dama, Condesa de Garreau, viuda nobilísima, acompañada de su cuñado Toribio y de su prima Bibiana, y precedida de sus hijos y nietos, se dirigía al presbiterio. Toda la concurrencia abría camino al paso de aquella emocionadisima familia. La iglesia se presentaba cual nunca para la más grande fiesta. El altar mayor estaba cuajado de flores entrelazadas producien- do efecto mágico. La Virgen, Madre de Dios, se levantaba en su trono cubierta de rosas encarnadas, lirios purisimos y nacaradas AZucenas. Los ángeles rodean á María, y la miran arrebatados de amor, con mirada interrogante y suspendida, como diciendo ¿quién es ésta? El Santo Patrón y Fundador de la Comunidad está allí como en actitud de ofrecerle una nueva hija. El incienso sube en espira- les al cielo. El inspirado canto, « Veni Sponsa Christi, ven esposa de Jesucristo, recibe la corona que ceñirán tus sienes eternamente» resuena solemne y acompasado bajo las bóvedas. El Eminentísimo Prelado, Arzobispo, Cardenal, aparece en la puerta de la sacristía, precedido de Sor Francisca de Sales, en el siglo Jacinta. Al verla aparecer, Isabel, su mamá, sollozó, y ante sus lágrimas lloraban todos. A un lado del altar se ven varias damas de la Corte, algunas parientes suyas y cercanas, todas destellando vivisimos. resplun- dores de su abundante pedrería. Es el mundo que va á dejar defi- nitivamente Jacinta Al otro lado del altar se ven las hermanas de la caridad con sus toscos sayales. Es el mundo que elige Sor Fran- cisca de Sales. Allí se vé bien manifiestamente lo que es la vida, lo que es la virtud.

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