BCCPAM000521-3-32000000000000

re PP. a a : . RS 48 Equivocación... Muchos con sus dos manos no llegarán jamás á lo que él, y bien puede darse por satisfecho, pues teniendo todo sus límites..... El General la interrumpió entrando con una carta cerrada de luto, con corona ducal, para Martina, dándole á la vez otra abier- ta, rogándole se enterase. —Acaban de llegar las dos, Martina; y como puedes suponer... —Me lo temía, General. La estaba esperando. Y lo extraño es que no haya llegado antes. Hemos demorado nuestro regreso más de lo que las circunstancias permitían, y ahora me temo el mayor de los conflictos; que acabe el enfermo abandonado de toda la fa- milia. ¡Pobre Klopstoch!—y con ansiedad devoraba la carta. Pero ¿qué imprudente le ha enterado de la desgracia de Orlando?... Porque, fíjate, General, dice que hace dos días no come de pena, que no hace más que llorar, que nos llama noche y día, y que él se teme, ó bien que el enfermo ha sospechado alguna gran desgracia, ó lo que es más creíble, que alguna de las visitas, creyéndole ente- rado, le haya preguntado cómo sigue Orlando. ¿Has contestado al cajero? —No. Si la acabo de recibir. —¿Has pensado qué se le puede contestar? E ” j “o E xl e Sí, Martina. Que vayáis hoy mismo á consolar á mi cuñado, si aun es tiempo. Seréis la mejor carta. ¿Todos? —añadió Raquel. —Todos.Yavéis, yo no puedo, y desconfio ya de ver á mi cuñado. ¿Y qué vamos á decirle, General. —No sé, Martina. La prudencia os lo dictará enterándoos antes de su estado, y de lo que haya podido saber ó sospechar. Mi deseo sería también que os acompañase Behring, pues le oí decir que pronto se retiraria tranquilo dejando á Schorch. Le enteraré de la carta del cajero. Vosotros, por de pronto, pre- parad el viaje para el correo de la noche. Behring, llamado por un ordenanza, regresó del hospital y en- terado de la carta, dijo, que tenía ya pensado el viaje para el co- rreo del jueves; pero que le era lo mismo dos días antes, y así que partiría gustoso con la familia Bamberg en la misma noche. —General, manda preparar los coches para las primeras horas de la tarde Es preciso volver hoy al hospital para despedir á Or- lando,