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Apéndice X1 Capítulo 111.—<«La última blastemia de Allan Kardee ante la religión y la ciencia». (Pág. 227). Capítulo V.—«Afirmaciones impías del espiritismo acerca de la Resurrección de Jesucristo». (Pág. 260). Capítulo IX.—<«Los principales milagros de Jesucristo, presen- tados como fenómenos naturales», por Allan Kardee. (Pág. 304 y siguientes). Capítulo XI—«El dogma del pecado original, ridiculizado y combatido por el espiritismo» (Pág. 335). Capitulo XIM.—«Errores del espiritismo acerca del matrimo- nio». (Pág. 350 y sigs.). 18 Capitulo XIV.—«<Criterio del espiritismo en materia de religión: las considera todas iguales». (Pág. 364 y sigs.). Para mayor abundamiento pondremos un nuevo argumento aún más claro que los anteriores: Dios no puede conceder permiso á los espíritus buenos para que cooperen á una acción determinada- mente mala, prohibida por El y que la Santa Iglesia condena seve- ramente: tal es la evocación de los espíritus. No cabe duda que esta. invocación ya se halla prohibida indirectamente donde se prohiben los adivinos, los pitones, las pitonisas, y en general to- das las supersticiones por las cuales se indagan los acontecimien- A A tos futuros, que es precisamente lo que se busca por medio de la magia moderna. Está prohibida directamente allá donde se condenó con toda severidad á Saul que intentó evocar elrespíritu del difun- | to Samuel. (Lib. 1 de los Reyes. Cap. XXVIII). ] Cómo juzgaba San Pablo de los espíritus que se evocaban para adivinar se lee en los Hechos de los Apóstoles, cap XXVI. «Acae- ció, pues, dice el sagrado texto, que yendo nosotros á la oración, nos encontró una muchacha que tenía espíritu de pitón, y daba H mucho que ganar á sus amos adivinando». ¡Qué analogía é identidad con los mediums de la magia moderna! San Pablo trata á ese espiritu de pitón, á quien invocaba la mu- chacha para adivinar, como á un espíritu malo, como á un demo- hl nio. Por esto el sagrado texto agrega (v. 18). «Más Pablo se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella. Y en el mismo instante salió». Aquí vemos que el Apóstol se valió del exorcismo contra el espiritu maligno. AH A A A A A A

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