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Novela histórica un santo del cielo, uno del purgatorio, ó un condenado, y esto con el mismo cuerpo que aquí tuvieron. Pero preguntándome si este poder de Dios lo tiene también en la tierra alguna persona, por santa ó sabia ó buena ó mala que sea, ó si este poder de aparecer- se lo tiene á su albedrío alguno del cielo, del purgatorio ó del in- fierno, le digo redondamente que no. —¿Y si una persona que jamás me ha engañado me jurase que bién puedo verle y hablarle? ha visto y oído hablar á mi papá después de muerto, y que yo tam- —Le digo que puede ser haberle visto y hablado, porque de hecho son ciertas, infalibles, resurrecciones de muertos, y tam- bién apariciones de santos, de almas aún en el purgatorio, y hasta de condenados rodeados de las llamas del infierno. Ya le he dicho que está en la potestad de Dios, y cuando lo ha hecho, lo ha orde- nado por sus ocultos juicios y altísimos fines. Eso de que $. 5. pue- da también verle y hablarle ¿se lo ha prometido Dios que está á su disposición y gusto? Porque no necesitaba mi consentimiento para decir que sí, aunque bueno es mi consejo porque lo de que «hay quien se transfigura en ángel de luz». —Voy á hablar más claro. Mi papá, evocado por el medium Eckio, en una sesión espiritista, se ha reincarnado y aparecido, dejándose ver tal cual era, y hablando á la persona que lo solici- taba. Esa persona me lo promete á mí cuando quiera. —Y $. $. ¿qué le ha contestado? —Todavía nada. Pero si yo pudiese hablar verdaderamente á mi papá... —Basta. Basta, hijo mío. Ahora lo ha dicho todo inspirado por el entusiasmo y el filial cariño. ¡Oh! si verdaderamente estuviese á nuestra disposición, ó á disposición de cualquier viviente permi- tirnos tratar con nuestros seres queridos, ya difuntos, pero que fuesen verdaderamente ellos. ¡Cá! Imposible que buscando cuantos buscan á sus seres queridos, al encontrarlos con tan recíproco gozo, de ellos recibiesen los vivientes tantos delirios, tantos paro- xismos, tantas locuras, enfermedades, muertes y suicidios. —¿Quiere decir que se habla con los difuntos, y no son nuestros difuntos? —Eso es, ni más ni menos, dentro del espiritismo. Aunque eso de difuntos...