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PP S . Pe. e = dl A A A o pai A > e ae ta] rs 518 Historia de una Cubana blas, que se os puede presentar irradiando luz, y convenceros de una cosa por otra. —Es lo que me hace temer. Yo sé que habrá moneda falsifica- da, por lo mismo que hay moneda verdadera. Y como el alma es inmortal, creo en la posibilidad de una comunicación ó aparición, y creo también que puede haber engaño en la reincarnación de un alma. —¿Queréis pues el pró y el contra? —Eso es. —Puedo poner en vuestro conocimiento toda la doctrina de Ri- vail, ó sea de Allan Kardec, que es el padre del espiritismo mo- derno, el más burdo, grosero y material conocido, y puedo poner también á vuestra disposición cuanto ha dicho de tales artes diabó- licas Addisón; por cierto, sabio nada afecto á la Silla Apostólica, pero que en estos asuntos ha hablado como lo hubiera hecho el más profundo filósofo y teólogo católico. —A pesar de lo halagúeña que es la libertad en que me deja, y que en mucho lo agradezco, creo debo preferir preguntar á leer, y ruego á V. R. me conteste la última palabra en conformidad con mis deseos, y con mi.conciencia. —Lea. Pero sacándole licencia para leer, puede hacerlo sin pecar, ya no se debe temer, y juzgo que no es un niño que se deje llevar de todo viento de doctrina. No á todos prohibe la Iglesia las malas lecturas, sino á los que á juicio de ella, no de ellos, co- rren peligro. La Iglesia quiere guardarnos contra la ignorancia, la malicia, Ó el error de buena fe en que puedan estar sus ene- migos. —Sin embargo, recopilado todo el pró y el contra en pregun- tas, quedaré más satisfecho con las cosas más en claro. Digame, Padre Weimar, ¿puede una persona viva hablar con mi papá ya difunto? —¿Puede? ¿Y de qué poder me habláis? porque para Dios no hay imposible. » Las almas son tan inmortales como los ángeles, buenos ó ma- los, y todas están bajo las influencias de la gloria, de la misericor- dia 6 de la justicia de Dios, en el cielo, en el purgatorio, ó en el infierno. Así, pues, nada obsta, y nada puede oponerse á la Ommi- potencia de Dios, si quiere presentar á una persona en la tierra,

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