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Novela histórica 507 antes de morir á su infeliz lavandera, hasta que de frío, de ham- bre y de malos tratamientos, la desgraciada murió en la esquina de una calle, á la vista de Jacinta, y él moría poco después, pero muy arrepentido, en el hospital. Tuvo finalmente mejor suerte que Biren. Este desgraciado, en manos de la justicia, decayó tanto de ánimo por la rabia y por temor de que se descubriesen sus crime- nes, que no se le pudo embarcar viendo una muerte cierta. Las dos justicias, francesa y cubana, se entendieron para el esclareci- miento del crimen y para todo lo que pudiera venir. El escándalo en Cuba fué lo que no se había visto. Sin previo aviso la justicia entró en casa de D. Antonio Biren. Emma, su esposa, y su hermano Daniel no sabían á qué atribuir aquel asalto y minucioso registro de toda la casa. Los papeles encontrados en el archivo privado eran de la mayor gravedad. Pronto se hicieron ciertas muchas sospechas, de ahí vinieron fuertes indemnizaciones, quiebras y la ruina total de la casa Biren. El preso de Bayona, á juicio faculta- tivo, tuvo años y años arrebatos de verdadera locura, El que había empezado su prisión como distinguido, con el tiempo se vió sin es- posa, sin hermano, sin fortuna, deshonrado y recluido como el ser más despreciable. En esta situación lo encontró el Coronel Here- ford, pero sólo pudo mejorarlo poco tiempo. Luego murió maldi- ciendo á su hija y al capitán Martínez, ya difuntos, ; y sin querer reconciliarse con Dios. y <=