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Novela histórica 505 tierra todos sus maquiavélicos planes en una sola tarde, y que además dejaba en manos de Elisa aquellas malhadadas pulseras, y por añadidura el cuervo protector y consejero, temió como todos los ladrones, que de cualquier cabo suelto se sacase el ovillo. Por otra parte, Martínez no parecía ni había de parecer; el amo des- confiaba ya de ellos y escribia desde Cuba sus propósitos amena- zándoles con presentarse en Bayona un día cuando menos lo espe- rasen. Esto, sólo podía tener por conclusión un «ya no os necesito» y él necesitaba que aquello continuase ó concluyese mejor. Tomó, pues, la pluma, y escribió á Santander con carácter urgente. «Agencia Biren. Gracias á Dios, el malvado está ya en nuestras manos. Come y duerme bajo nuestra inspección. Necesito con toda urgencia 15.000 pesetas para pagar la traición á los que le guardaban muy bien, pero que el oro todo lo puede, y nos le han vendido. Avise inme- diatamente á fin de que yo las cobre pronto en el Banco de San Sebastián para donde salgo con esta misma fecha. Esta carta envíenla al amo en el primer correo, pues como tanto nos encargó quería ver nuestros puñales chorreando la sangre malvada del capitán, no queremos matarlo sin saber su última orden, pues creemos muy probable quiera asistir él mismo á la venganza, y hasta tal vez clavarle el puñal con su propia mano. Cosa que po- drá hacer en casa mismo, y sin llamar la atención de nadie. Roque Saunier», El salió para San Sebastián donde á los pocos días había de re- cibir las 15.000 pesetas. Al español su compañero, de quien ni se había despedido, escribió diciéndole: «Huye si quieres salvar tu pelleta. A mí ya no me verás ahí. Me consta que una noticia hará que nuestro amo venga antes de lo que pensaba, y tú sabes lo que es el negro demonio Biren. Debiera estar en la horca por sus aten- tados, pero guárdate tú de ofenderle á él, Tu amigo, Roque Saunier,» Esta carta encontró la policía en el chaleco del español. Guián- dose por ella y trabajando con actividad le fué fácil apoderarse del negro viajero cuando se disponía á salir de Bayona de noche, en carruaje particular con dirección al valle Baztán de Navarra, Saunier, con su letra de 15.000 pesetas, se había pasado un buen mes en San Sebastián. Ouando bien le pareció se presentó en San-