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HUSOS CAPÍTULO 111 Elisa duda si labrar ó nó el tercer eslabón ON Antonio Biren había tomado ya sus medidas. ¿De O dónde tenía aquel capitán ó lo que fuese, no ya las ES pruebas, pero ni siquiera sospechas, de ciertos hechos de la familia? E importándole menos la vida de su sobrino que la muerte del capitán, consintió el duelo, pero con la firme resolu- ción de que en todo caso Martínez fuese muerto. Escribió dos cartas á dos nuevos personajes, diciéndoles, que á pesar de lo tratado y convenido anteriormente, si no les daba contraorden para el 19 por la noche, ejecutasen fielmente todo lo ahora indicado presentándose el capitán el 20 por la mañana; y si por cualquier razón no se presentaba, realizasen lo antes acordado. Estas cartas fueron escritas el día 18 á primera hora. Todo este día, y mucho más el 19, fué un sobresalto contínuo. Juan ardía en deseos de escupir al rostro del capitán,—le decía ásu prima. Elisa temblaba cuando oía la campanilla de la puerta temiendo si sería aviso contrario al duslo. Cuando los dos primos se veían y hablaban, comunicábanse mutuamente su alegría cual si hiciesen causa común. La mayor expectación fué por la noche, en el último correo. Llegó cuando estaban cenando. ¿Traería algo del capitán? Nada. Todos se miraron á la cara. Se veía que el capitán no tenía ningún inconveniente. Hacía rato que estaban esperando de sobre mesa. e —¡Oh! no las tengo todas conmigo, dijo Juan entre gozoso y rabioso. Las noches de enfermos son muy á propósito para inven- A o a ' h pS H 13 ' AS

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