BCCPAM000521-3-32000000000000

$ Novela histórica 331 —Pues. .. —¡0h!... Martina estrujó entre sus dedos el papel y lo rompió con los dientes tirándolo al cesto en menuditos pedazos. —Con eso no evitas nada, porque recuerda me dice, que sabe has de venir tarde ó temprano para hablarme, que así se lo has dicho amenazándola, y que has de rogarme impida la boda por mí ó por intervención de S. M. R.; pero que tenga entendido que si la boda no se efectúa, tiene ya avisados á los principales diarios papistas para que á mi me culpen cuando ella haga la suya sona- dísima. ¿Te dijo algo de hacer una asonada? —¡Imposible! Amenazas, Canciller, simples bravatas. ¿Y tú tiem- blas de leones pintados en la pared? ¿de cuando acá? —Amenazas en efecto, Martina, pero que no quedarán en tales. Yo creo que el león no está pintado en la pared con el solo fin de espantarnos, sino que está pintado en la puerta de la jaula para darnos idea de toda su fiereza si sale el encerrado. ¿No eres tú ca- paz de todo para impedir esa boda? —Si. —Pues ella es capaz de todo para realizarla; y si se le impide, creo será también capaz de todo pero con más bravura. Mira aho- ra si sólo son amenazas cuanto tú dices y harías. Pues Raquel ha llegado á ese caso extremo en que vulgarmente se dice: ó dejarla, ó matarla. O se casa ó se mata. Sois dos potencias terribles, tú por tí misma, ella por los cabos atados; y yo creo que sólo puedo inter- venir neutral, como pacificador entre dos beligerantes. Expondré un medio si quieres. —DÍ. Creo no vas á ser imparcial. — Hay aquí tres cosas bien distintas: Raquel, sus millones, y log millones de Orlando. —¿Y qué? —Déjame decir. Si Orlando se casa con una papista como él, pobre ó rica, toda esa millonada, poco menor que la de tu hija, la perdemos y pasa al papismo. Casándose con Raquel, no le des na- da, y lo tuyo queda en casa, y la mitad del otro y tal vez todo también. Eso no es tan fácil que se sepa tratándose de vosotros, y es más positivo. ¿Recuerdas me dijiste en Palacio, que según Ra- quel, Orlando contestó que sin nada mejor? Pues ¡ea!

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz