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CAPÍTULO XIX La papista, esposa de Orlando bt viajeros, Hereford padre é hijo, habían tomado IZA billete directo de Berlín 4 Bayona, dejando para des- === pués, de regreso, la visita al Cardenal de N... A Orlan- do le urgía más la visita á su amada Sor Leona; pues si bien los partes facultativos que la Superiora enviara anunciaban ya hasta franca mejoría, él estaba faltando desde el primer momento del triste suceso, aunque era sin culpa suya. Bien quisiera ir con su papá desde N... según lo esperaba; pero las cosas salieron de otro modo, y forzosamente tuvo que conformarse con ellas. ¿Enteraría de algo á su padre durante el camino? No. Prefirió como siempre hablar lo último, y se contentó con decirle que un desgraciado accidente la tenía postrada en cama, y poca cosa más. Una asilada, edad sobre 52 años, ajada por los sufrimientos, achacosa, inclinada, encanecida antes de tiempo, crispada y con- vulsa por contínua excitación nerviosa, molestada sin descanso por la tos, por el asma, y necesitada en todos sentidos ella misma de asistencia y de cuidados, se había constituído en voluntaria enfermera y asídua asistente de Sor Leona. Cuando llegaba visita á la enferma, de la Comunidad ó de fue- ra, se retiraba muy cortés. Por lo demás, noche y día quisiera estar á su cabecera. Si la Superiora, para animarla y distraerla un rato de sus do- lores, venía á decirle que el coronel prusiano la saludada y pre- guntaba por ella con grande interés, ó que por gratitud le enviaba