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AA AN a | | A cue a a ¡RPTE 00 LI EDAD SERRA TRISTES RA ES 260 Equivocación... rato y se enteró de que el General tenía ya todo arreglado y pre- parado para marchar á N... Raquel abrió los ojos temerosa y lle- na de ansiedad, pues si bien la víspera del convite le había dicho algo de su marcha, pero no con su papá. Sintió pasos como de su mamá que se acercaba, y se alejó sola, dejando á Orlando desfilar por otro lado. Ella se dirigió al despacho en busca del General y llamándole le preguntó: —¿A donde irás con Orlando? —A Bayona... —¿A Bayona?... Orlando me acaba de decir que vais á N.., —Si; también vamos á N... pero primero á Bayona. —Pero Orlando no me ha dicho primero ni segundo; sino que váis á Bayona. —Pues á Bayona también vamos. —¿Y á qué váis? Extraño mucho que Orlando que te ha enterado del viaje, te haya dejado en la necesidad de preguntarme á mí á qué vamos. —No hubo tiempo. Sentimos á mamá y nos separamos. —Pues he ahí por qué no te diría que ibamos también á Bayo- na. No hubo tiempo. Pero puedes volver y preguntarle. No, General, no. Para tanto como eso hubo tiempo. No le preguntaré, pues, ni á tí tampoco. Os acompañaré á los dos, y quiero saber cuándo marcháis. Eso no tengo inconveniente en decirte. Mañana mismo en el tren de las cinco de la mañana. Las mismas pisadas de Martina se sentían, y el crugir de la se- da de su vestido. Se acercó al despacho, alargó la cabeza como queriendo y no queriendo llamar, y al ver á Raquel con Hereford— ¡Ah!... ereí...—dijo retrocediendo un poco y simulando retirarse. —Entra, Martina, no hay secretos. No, no, General, y dispensa. Crei...—y se retiró. —Creía que estaba yo con Orlando. Mamá no me deja respirar un momento, General. No me pierde un instante de su vista desde que formalmente me prohibió hablar con él, ni tener con él más trato que con un leproso de quien se teme el contagio. Dos días hace que me levanto por la tarde, y sólo un segundo he podido ha- blar con Orlando después de tres horas que hace me paseo por aquí esperando el momento en que él suba ó baje. Pero mamá tie-