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7 ETT AA A A A 7 DAPR 228 Equivocación... —Pero mamá ¿quién te ha dicho que yo haya engañado, á na- die, que nadie me haya engañado, y que yo tenga hipocresía? Martina le miró de abajo arriba, y muy dueña del campo, y dejando al otro como vencido, le dijo abandonando el comedor. —No hablaré nunca á solas contigo, porque sin testigos, después afirmarías todo lo contrario de lo que hayas dicho. Orlando quédaba muy lucido y acreditado en el concepto de todos. Bien le había dicho el Cardenal estando aún en el hospital: Hijo mío, no serás tú católico como otro entre católicos. Tendrás que sufrir mucho y por muchos conceptos. Ofrécelo á Dios todo en sa- tisfacción de tus pecados, y por la conversión de alguno siquiera de la familia. Bajó al jardín 4 hacerse encontradizo con su padre en el paseo, y hablarle claro ya que nadie á él le hablaba para entender to- do aquello. Pero lo mismo fué decir: —Papá... ¿qué es todo esto? Su papá le contestó: —Ven, hijo mío, hasta la hora de la siesta. Pero no hables ahora de eso que me enferma. Habrá tiempo. —Papá ¿sufres por mi culpa? Si, hijo mío; he sufrido mucho y sufro. Y todo tu amor filial, y tu conciencia, y mi autoridad de padre invocara para que alejes de mí el tormento que me amenaza. Debes volver al protestantis- mo del cual en mala hora has salido, desaconsejado y engañado. —Papá... papá. Hay dolores más amargos que la muerte. Y la amargura que ahora á mí me mata es tal, que... Orlando reprimió las lágrimas y se esforzó por no llorar aún de- lante de su padre, pues pudiera entristecerle cuando sólo quería ofrecerse á consolarle ya que él había invocado primero su con- suelo. Déjame ahora. Es tiempo de la siesta. Hablaré con la fami- lia costa tarde, y te llamaré á la noche. De un soplo hubiera querido apagar la luz del sol. Estaba Or- lando inconsolable. ¿Para qué quería él ir á la siesta si no había de dormir? Prefiero quedarme aqui—se dijo—solo en el jardin. ¿Dónde estará Raquel? Imposible que duerma habiendo sufrido yo tan grande humillación en presencia de todos. Y mi papá ¿cómo