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AN RR RA A 220 Equivocación... , S. M.R. está hoy muy ocupado con asuntos relativos á Fran- cia. Me indica avisarles que los dos, y toda la familia Bamberg quedan invitados para acompañar á S. M. R. mañana á las doce en el almuerzo. Mira Orlando, lo que dice Bismarck. . —Está bien.—Dijo Orlando enterado de la carta. —Ve; llévala á mamá para que cuanto antes sepa y se vayan preparando. Martina era una de esas personas altivas, acostumbradas ya á tales deferencias y no consideraba el alto honor que se le dispen- saba sino como un derecho. Y la verdad es que honor ó derecho, con frecuencia disfrutaba de él. Sus millones habían pesado mucho en la guerra franco-prusiana, y se tenía muy en cuenta en Palacio. Martina tomó el papel, lo leyó, y devolviéndolo, sólo contestó: me lo esperaba. Orlando se retiró gozoso de no haber hablado na- da y temeroso de ser aún llamado para entrar en conversa- ción. Su papá se había propuesto dar á su hijo ocasión de congra- ciarse con Martina. -¿Te ha dicho algo?—Le preguntó. No; papá. Nada. ; Pues no es que no tenga y mucho que decir, pensó para sí el General—sino que, como yo, teme empezar; y además, no sabe por donde. Y así era en efecto, pues se había levantado ya del desayuno y se disponía á marchar dejando solo á Orlando. Este miraba á su padre respetuoso como siempre, pero viendo que era insoportable aquella incógnita y queriendo despejarla le dijo: —Papá, anoche me dejaste el corazón atravesado. Yo quisiera hablar contigo, y te ruego... —Ya hablaremos, hijo mío, y muy despacio. Voy ahora á des- pachar algunas ordenes con mis Ayudantes. Procura esté mañana dispuesto tu uniforme de Coronel para dar gracias á S. M, Orlando quedó tan triste como la noche anterior. Miró el reloj. Señalaba poco más de las diez. Sólo á las doce, en la mesa era costumbre de reunirse todos juntos. Pensó aprovechar el tiempo, pidió el coche y dió la dirección según la tarjeta del Duque. Detúvose en la Plaza Real, miró á un lado y otro y sólo se le acercaron amigos y conocidos para saludarle y felicitarle. Pretex- tó una visita con urgencia y se dirigió al domicilio del Duque.