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Novela histórica 209 ¿Es que dudáis si era pobre ó rica? —No. Dudo si era un pobre ó una pobre. Aunque si mal no re- cuerdo era una pobre, una joven como criada ó doncella de buena casa, ó como sirviente de fonda. De todos modos conocí que era enviada por sus amos. Muy bien. Podéis retiraros. Mayores apuros había pasado Orlando. Este pensó primero persuadir á Raquel, volver al mismo memorialista para la misma operación y decirle que iba en nombre del Coronel Orlando. Pensó hacerlo él por sí mismo buscando al memorialista según indicacio- nes de Raquel ó saliendo en coche con ella hasta encontrarlo, y obteniendo igual letra de él en carta que le dictase poner dos le- tras propias debajo rogando á la Superiora dispensase su laconis- mo, por lo molesto que le era á él escribir. Y rogarle que «acusase recibo con su propio nombre á la Administración. Esto que prime- ro le parecía bastante para que la Superiora se engañase creyén- dole á él bienhechor de los 100 francos y dejase ya de discurrir, luego le pareció menos bien, y optó por otro medio. El quería aute todo quitar aquella carta de las manos de la Superiora, pues la veía en peligro de ir 4 manos de la justicia de Bayona. Se presentó en el hospital, y después de interesarse vivamente por el estado de la Hermana herida, y pedir la dirección de la Su- periora de Bayona, le anunció que venía á despedirse, pues pronto regresaba ya á Berlín. Había tenido un telegrama de su papá y le impedía eso ir á Bayona como habia pensado. De todos modos— dijo á la Superiora— yo no quiero que nada falte á aquella buena enfermera que tan bien me cuidó. V., R. M. Superiora, encárguese de destinar para la Comunidad de aquí, ese pequeño recuerdo de mi gratitud, y esa otra cantidad remitirla á Bayona. Lo hubiera enviado sirviéndome del anónimo, pero de nada me hubiera servi- do echar mano de un memorialista y darle por toda dirección la Administración de Correos poniendo su propio nombre. Veo que no es fácil despistarla. Y le entregó en mano 5.000 fancos, y otros 5.000 para ella den- tro de la misma carta y sobre que con el nombre de D.” Vicenta Dubois había enviado á la Administración como aviso de recibo al anónimo de Raquel. En la devolución de esa carta anormal entendió la Superiora 14