BCCPAM000521-3-32000000000000

A l ' A A AX e 176 Equivocación... —Estoy mal, muy mal, Orlando. Siento como si me subiesen á las bóvedas y allí me dejaran caer y después me jugaran como á pelota de pared á pared. —Cierra los ojos, voy á apagar la luz, y no hables ni una pala- bra, porque quiero que descanses. Si entablas conversación me voy. Raquel calló diez minutos, pero Orlando observó que no hacía sino cambiar de postura á cada segundo. Parecía acostada sobre ortigas. Se conocía que el descanso le iba á ser terrible; pero si no des- cansa, muere. —¿Qué hay aquí, Orlando?—Había puesto las manos como tocan- do la pared.—¿Quien está aquí? —egritaba cada vez más asustada.— Sor Leona. Sor Leona. Has traído aquí á tu mujer asesinada. —Qui- tala, quitala de aquí. Orlando encendió la luz, y vió á Raquel con las manos cris- padas, con el rostro espantado, con los ojos desmesuradamente abiertos y mirando á la pared que empujaba con los pies. Raquel tenía momentos de verdader: alucinación. Al ver la luz volvió en sí, y no habló palabra, conociendo ella misma que se le iba la cabeza. Alguna vez la notó Orlando moviendo la cabeza, haciendo es- fuerzos con las manos en la frente, como si quisiese retener la ra- zón que le abandonaba. Por fin durmió sobresaltada, hablando á intervalos palabras incoherentes, levantando á veces medio cuerpo de un modo muy violento y repentino, y cayendo siempre con los ojos ya abiertos, ya cerrados, pero siempre aletargada. Orlando no leía sino diarios de Berlín enviados á él directa- mente. Cuando llamó al sirviente para que retirase la cena, pensó ordenarle que le trajese dos ó tres números atrasados de los diarios principales; pero después de decirle, tráigame V... se detuvo por- que aquello podía engendrar sospecha y más si ya traían alguna noticia, y prefirió hacerlo por sí mismo al siguiente día disimula- damente en la sala de lectura. Y pasó toda la noche, mientras Raquel descansaba, en una mortal angustia de incertidumbre sobre todo lo que habría su- cedido. Muy de mañanita se fué al comedor y pidió desayuno.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz