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o Uy Ñ o ra El A A 5 0 EE AAA OE A 166 Equivocación.:. El Duque se disponía á impedir toda palabra por parte de Bamberg que indicase excusa, pues no había culpabilidad, pero Bamberg no había concluido, y continuó—y tener á bien retirarse de Palacio hasta nuevo aviso, porque ¿quién sabe dónde estará Raquel? Y no hay duda que si por el Duque se ha ido no volverá estando el Duque. Como se vé, David, como buen judío, pecaba de hacendista; pe- ro no de cortés. —¿David?....—le interrumpió Martina al oir 4 su marido tan inconvenientemente franco. Ya sabes, Martina, que yo quiero al Duque como tú, y no interpretéis mal mis palabras; pero en el apuro en que nos vemos primero es recobrar á Raquel. Después veremos. El Duque no me lo llevará á mal. El Duque conoció que por entonces estaba demás, y con mil cortesías por un lado, y mil palabras de dispensen por otro, se re- tiró dejando en la mesa el primer plato sin tocar. El convite se había aguado para todos. Cada día enviaba tres recados, mañana, tarde y noche, para saber de Raquel. Nada, nada de cierto podían decirle respecto á su paradero. Cuatro días hacía que el cajero habia marchado con orden ex- presa de poner este convenido telegrama para la tranquilidad de todos tan pronto la viese en N... «Está bien.» Pero los días pasa- ban y el parte no llegaba Ni el cajero ni Orlando daban señales de vida. Este sobre todo estaba aturdido de oir lo que el cajero refería sucedido en el Palacio Bamberg al notarse la desaparición y el por qué; y rogaba comunicase á Berlín cuanto antes que Ra- quel no había llegado allí como suponían. Señorito,—le instaba el cajero—yo os ruego por la tranquili- dad de vuestra casa, me digáis si Raquel está oculta aquí ó si sa- béis donde está. Y que no tema mi señorita de sus papás con tal que se les libre de tanto peso de angustia. —Pero, señor, si tan apesadumbrado estoy yo con lo que oigo. Y más que ellos lo estoy, pues ellos descansan pensando que está aquí, y yo me aflijo sabiendo que no está aquí ni allí y no sabien- do donde está. Telegrafíe V. al momento que no está aquí. Debe estar oculta en Berlín.

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